Fomenta su creatividad con pintura de dedos casera
El buen tiempo anima a realizar actividades donde mancharse no supone ningún problema. Realizar estas actividades en pañales o solo con la ropa interior producirá sensaciones placenteras a los niños, y luego, con un poco de agua, estarán de nuevo listos para pasar al siguiente juego. Es una de las actividades favoritas de los niños, además se puede realizar desde que son muy pequeños. Desde los primeros meses, cuando el bebé ya es capaz de sentarse por sí mismo, puede empezar a disfrutar con este tipo de pintura.
Pintar con los dedos ayuda a los bebés y a los niños a fomentar sus sensibilidad táctil, aportándoles destreza manual, tan necesaria luego para la lectoescritura. Incrementa la creatividad de los niños y ayuda a potenciar la coordinación mano-ojo. Además, jugar con pintura les inicia en el mundo del arte, ayudándoles a expresar emociones, lo que les permite madurar con mayor seguridad e incrementar el desarrollo psicomotor de los pequeños.
En el mercado existen pinturas de dedos, pero nosotros os recomendamos que probéis a hacer vuestra propia receta. Más saludable y económica y sin elementos tóxicos que puedan ser perjudiciales para los bebés. Es muy fácil de realizar. A continuación, os mostramos cómo hacerlo.
Qué necesitas:
- Harina de trigo (1 parte de harina)
- Agua (3 partes de agua)
- Colorantes (la cantidad dependerá de la intensidad que quieras darle). En el mercado existe una gran variedad de colorantes, busca aquellos que se pueden comer, ya que son los más seguros. Además, se puede encontrar purpurina comestible, para hacer más vistoso el dibujo.
Preparación:
Disuelve la harina en un poco de agua fría. Luego, pon a hervir el agua (tres partes por una de harina que hayas disuelto). Cuando rompa a hervir, retira el agua del fuego y añade la harina disuelta. Remueve despacio, para evitar que se hagan grumos. Luego, pon en el fuego de nuevo y deja que la mezcla hierva durante un minuto. Retira la mezcla y repártela en recipientes (puedes usar envases de yogur o de cuajada o incluso hueveras, dejando primero que se enfríe un poco la pasta). Añade a cada recipiente el colorante y se deja enfriar. ¡Ya está lista para ser usada! Luego, si te sobra, puedes guardarla unos días en el frigorífico.
Aunque como su propio nombre indica se utiliza habitualmente para pintar con los dedos, se pueden utilizar otros materiales para estimular aún más la creatividad de los niños. Éstos son algunos ejemplos:
- Sellos de patatas. Utiliza un molde de metal, de los que se usan para hacer galletas para fabricar tus propios sellos. Coge una patata, córtala longitudinalmente y luego presiona con fuerza el molde hasta conseguir la forma deseada. De esta manera, conseguirás realizar sellos que los niños pueden empapar en pintura y luego plasmar sobre el papel. ¡Les encantará!
- Utiliza esponjas, pelotas, rodillos pequeños… Ayúdales a experimentar sensaciones distintas con la pintura.
- Usa materiales del día a día: un cepillo de dientes para pulverizar, un tenedor para hacer líneas juntas, un ramita o una hoja de un árbol. Utiliza la imaginación para buscar cualquier cosa que sobre el papel parezca diferente.
Recuerda, que aunque la pintura casera no es tóxica, ésta es una actividad que debe realizarse bajo la supervisión de un adulto. Si dispones ya de todos los ingredientes, prepárate para disfrutar.
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