La importancia de desarrollar la creatividad en el aula
Fomentar la creatividad desde la Escuela Infantil
El reto en el que está inmersa la educación escolar pasa por formar personas con recursos que se adapten fácilmente a los cambios que aún están por venir. Por esta razón, en los últimos años han surgido nuevos modelos que tienen como objetivo fomentar el pensamiento divergente. Entre todos los modelos, emerge de forma transversal el desarrollo de la creatividad de los alumnos. Una característica que puede desarrollarse si se trabaja de la forma adecuada, principalmente en los primeros años.
Las primeras etapas de escolarización ofrecen grandes posibilidades para desarrollar y empezar a fomentar la espontaneidad de los niños, clave en el desarrollo de la creación. La creatividad es un recurso para que el niño amplíe su conciencia y percepción del mundo que le rodea, ayudándole en el aprendizaje. Si la creatividad llega al aula, el niño crecerá en un ambiente rico y estimulante que fomentará la motivación, la capacidad crítica y la curiosidad de los niños.
La creatividad en el aula debe empezar por el propio docente, al emplear técnicas y estrategias didácticas que motiven e impliquen a los niños y les posicione favorablemente hacia el aprendizaje. Es en estos primeros años de educación donde los docentes pueden plantar una semilla que deje huella en los niños y es que cuando los niños son pequeños la creatividad es clave en el desarrollo cognitivo.
Fomentar la creatividad en el aula no es una tarea complicada. Estas son algunas ideas para incorporarla en el aula:
- Proveernos de materiales y recursos que fomenten la imaginación y la fantasía. Variedad de materiales, que despierten la curiosidad de los niños.
- Ser flexibles en el aprendizaje, los conocimientos demasiado encorsetados no ayudan a ser creativos.
- Aceptar las ideas de los niños e incorporarlas si es necesario.
- Buscar despertar la curiosidad y acompañarles en la experimentación.
- Crear espacios estimulantes y lúdicos, donde el niño se mueva con confianza.
- Tener en cuenta los intereses de los niños.
- Dar prioridad al juego, ya que es el mejor recurso para desarrollar la creatividad y la espontaneidad.
- Utilizar espacios abiertos y siempre que sea posible realizar actividades al aire libre.
En la Escuela Infantil, las actividades que se pueden realizar con los niños son ricas y variadas y no están ceñidas a un currículo que haya que seguir. Esto sin duda da mucha libertad a los docentes para que puedan desarrollar actividades creativas en el aula. Algunas de ellas pueden ser:
- Realizar talleres de plástica utilizando distintos materiales como esponjas, patatas partidas por la mitad… ¡La imaginación al poder!
- Inventar historias, acudir a disfraces y a objetos cotidianos pero dándoles otros usos: una escoba puede ser un avión o un caballo, o una zapatilla un coche.
- Ofrecer materiales para tocar y hablar de las diferencias. Si es posible también podemos ir al exterior y hacer clasificaciones de materiales.
- Escuchar una melodía y hacer un dibujo sobre lo que nos sugiere una determinada canción…
Además, es importante destacar que durante estos años los padres junto con los maestros pueden desarrollar talleres que ayuden a los niños a desarrollar la creatividad. Sería una buena opción, si las familias están dispuestas, crear talleres conjuntos y que las familias participen esporádicamente en la realización de algunas actividades.
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