Niños en la nieve: protégeles del sol
El sol muy beneficioso, pero con moderación
Los rayos del sol son muy beneficiosos para nuestro organismo, ya que ayudan a sintetizar la vitamina D, fundamental para absorber el calcio, tan necesario en la formación de los huesos. Sin embargo, la exposición a los rayos de sol debe ser moderada, sobre todo en los niños, que tienen una piel delicada y sensible, ya que el abuso podría afectarles negativamente en el futuro.
Los días nublados también hay que usar fotoprotector
Cada vez existe más conciencia de que es necesario protegerse la piel en verano, pero ¿qué ocurre en invierno? Los expertos señalan que incluso los días nublados no hay que confiarse; los rayos UVA y UVB atraviesan las nubes y siguen afectando a nuestra dermis. Debemos saber que la piel conserva memoria de las radiaciones recibidas en la infancia (y el desarrollo de lunares está asociado con esto).
Por esta razón, conviene tener siempre un producto fotoprotector de buena calidad, ya que estos productos son una garantía de la salud dermatológica de los niños.
La nieve, un potente espejo reflector
Cuando vamos a la nieve, solemos estar en altitudes altas, lo que hace que la intensidad de los rayos solares sea mayor. Además, hay que tener en cuenta que en la nieve se reflejan hasta el 85% de los rayos solares, haciendo el efecto de un potente espejo. Esto provoca, que al elegir un protector solar, este debe ser más potente y aplicarlo en las zonas más expuestas, cara, manos, orejas. Dentro del rostro, los labios son especialmente delicados, por lo que conviene usar barras fotoprotectoras específicas.
También hay que cuidar los ojos, proveyéndolos de unas gafas adecuadas, homologadas y que protejan bien, pues la córnea los niños está en desarrollo y sin la protección adecuada pueden producirse lesiones oculares de distinta gravedad.
Si vas a la nieve, no olvides estos últimos consejos para disfrutar de esos días de forma saludable:
- La crema y el factor de protección solar (FPS) se deben elegir según el tipo de piel del niño; cuanto más clara sea la piel, más alto debe ser el grado de protección. Aunque siempre se debe elegir uno superior a 30.
- Se recomienda siempre usar productos pediátricos, es decir, formulados teniendo en cuenta las características especiales de la piel de los niños.
- Aplicar la crema 30 minutos antes de la exposición y extenderla en capas finas, para que se absorba bien. Volver aplicarla aproximadamente cada dos horas.
- Utilizar protección solar incluso los días que estén nublados, los rayos pasan igualmente.
- Evitar la exposición directa de los niños que sean menores de 6 meses.