Prevención: clave para frenar la bronquiolitis
Un virus propio del frío
Desde mediados de octubre y hasta mediados de marzo, el brote de la bronquiolitis (virus respiratorio sincitial o VRS) comienza a llenar las consultas de pediatría. Aunque este no es el único que provoca la bronquiolitis, está detrás del 90% de las infecciones. Hasta el momento no existe vacuna ni medicamento que lo cure, además el fácil contagio hace que afecte al 70% de los niños en su primer año de vida y supone el ingreso de muchos pequeños, la mayoría bebés menores de 6 meses.
Un virus muy parecido al catarro
Tos, estornudos, mocos y fiebre. La bronquiolitis tiene los mismos síntomas que un catarro común. Pero a partir del cuarto día, la infección baja a los bronquios, estrechando los bronquiolos e inflamando el tracto respiratorio. Esto supone que exista dificultad para respirar (se escucha a veces un silbido en el pecho y un aleteo nasal), pérdida de apetito y fatiga. Sin embardo, según el niño crece, desde los dos años aproximadamente el virus apenas afecta a los niños o si lo hace es de forma mucho más leve.
Cómo se contagia la bronquiolitis
Igual que pasa con la gripe, contagiarse o contagiar este virus es muy fácil. El VRS se propaga a través de las secreciones nasales, la tos y los estornudos de una persona enferma, así como mediante el contacto que el enfermo haya tenido con objetos o incluso con sus propias manos. Además, es muy resistente. Si una persona enferma estornuda en una habitación, las partículas que infectan pueden sobrevivir hasta 12 horas. Pero, eso sí, basta con lavarse las manos. El contacto con el jabón hace morir rápidamente a estas partículas. Por esta razón, entre las medidas preventivas para evitar el contagio están:
- Lavarse bien las manos antes de tocar al bebé y antes de preparar la comida.
- Usar pañuelos desechables de un solo uso.
- Evitar la exposición al tabaco y a los ambientes cerrados.
- Limpiar los juguetes y objetos que hayan manipulado otros niños enfermos.
- Además, prolongar la lactancia materna el tiempo que sea posible y al menos hasta los 6 meses, ya que el bebé recibe anticuerpos que le harán más resistente.
- Comunicar a la Escuela Infantil lo antes posible el diagnóstico para que extremen las precauciones, para ello a través de la Agenda Electrónica Baby Control solo necesitas mandarle un mensaje al tutor, para que éste lo tenga en cuenta.
Y si el niño está enfermo…
Si pese a las medidas preventivas, tu bebé se ha contagiado, conviene saber que los síntomas duran unos 12 días, un poco menos si se trata de la dificultad para respirar o la inapetencia. La hora de comer es la que más preocupa, ya que los bebés menores de 6 meses solo respiran por la nariz. Así, para facilitarle la toma es necesario espaciar las ingestas, darle poca cantidad y más a menudo y aplicarle suero salino antes de cada comida.
Sigue las indicaciones del pediatra y recuerda que los ambientes cargados son perjudiciales para el niño. En cualquier caso, deberás acudir a urgencias siempre que:
- El niño sea menor de 3 meses o prematuro.
- Respira con dificultad y al respirar se le hunde la zona que hay alrededor de las costillas.
- Si está decaído.
- En caso de la fiebre dure más de tres días.
- Siempre que se le amorate la piel que hay alrededor de los labios o de las uñas.
