Recreos y meriendas: qué alimentos llevar a la escuela
Qué alimentos elegir para preparar lo que el niño se llevará para media mañana o para la merienda es una de las preocupaciones a las que se enfrentan todas las familias con niños en edad escolar. Lo ideal es que estas comidas sean un complemento de las tres más importantes del día y es fundamental escoger opciones que contribuyan a su buen desarrollo y crecimiento.
Lo primero: el desayuno
Es una de las comidas más importantes del día, pues se produce después de muchas horas de ayuno, y también la que más dificultades presenta. Los niños no suelen tener mucha hambre al despertar, y luego las prisas, hacen el resto. Conviene levantarse con la suficiente antelación para desayunar con tranquilidad y en la medida de lo posible compartir el desayuno con los hijos. Es importante acostarse temprano, ya que nos aseguraremos que el niño ha dormido lo suficiente y no está excesivamente cansado cuando se despierta.
Lo mejor: proponer a los niños cierta variedad de productos saludables y dejarles escoger lo que prefieran. El desayuno debe ser energético, pero más que la cantidad de alimentos que se consumen lo importante es su calidad, es decir, la composición ideal debería tener estos tres grupos de alimentos:
- Pan y cereales preferiblemente integrales.
- Leche, yogur y queso.
- Fruta fresca entera y de temporada.
El recreo: algunas ideas para llevar a la escuela infantil
Los alimentos recomendados en el desayuno se pueden dividir en dos tomas. Por esta razón, los alimentos de media mañana deberían completar aquello que no se ha tomado en el desayuno o bien se ha tomado de forma insuficiente. La media mañana se realiza para no llegar con demasiada hambre a la comida del mediodía, por lo que no debe ser excesivamente energética. Para completar el desayuno, estos son algunos tentempiés que los niños pueden tomar:
- Frutas frescas enteras (plátanos, mandarinas, uvas, fresas…) pueden llevarse enteras, si son fáciles de tomar, o bien cortadas y guardadas en una fiambrera. En este caso, si son frutas que se oxidan, como la manzana, se puede frotar la superficie cortada con limón y así evitar en parte la oxidación.
- Frutos secos crudos o tostados, sin sal (nueces o almendras, entre otros). Estos alimentos deben haberse tomado antes en casa, para estar seguros que no producen alergias en los niños.
- Frutas desecadas (pasas, orejones, ciruelas pasas…)
- Palitos de pan, mejor integrales y sin sal, con queso o jamón cocido.
- Pequeños bocadillos de queso tierno o fresco o con aguacate.
La hora de la merienda
En muchas ocasiones los tentempiés de la mañana se preparan según las recomendaciones de la escuela infantil o de sus profesores. Sin embargo, la merienda se produce a la salida del colegio y muchas veces su composición es mejorable. A pesar de la comodidad, se debe evitar la bollería industrial y tener en cuenta que la mejor bebida para acompañar cualquier comida es el agua. Los zumos y otras bebidas azucaradas deben reservarse para ocasiones especiales.
Además, es importante que se elija el tipo y la cantidad de alimentos en función de la actividad que va a desarrollar el niño. Es decir, si el niño va a estar jugando en el parque, montando en bici, corriendo o haciendo deporte, necesitará alimentos más energéticos. Entonces, los bocadillos o frutos secos son la opción más adecuada. Sin embargo, si el niño va a pasar la tarde sentado, basta con ofrecerle un poco de fruta o un yogur (al que se puede añadir también fruta).
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