Regalos de Navidad: fabrícalos con los niños
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Enseñar a los niños el valor del reciclado y fomentar los lazos afectivos con los hijos son dos ventajas de peso para fabricar nuestros propios juguetes. Una forma muy bonita que enseñarles que el proceso de hacer las cosas es casi siempre más satisfactorio que el resultado final. En casa, o en la escuela infantil, se pueden hacer juguetes a partir de elementos que podemos encontrar con facilidad. Tapones, tijeras, cartón, pinturas, temperas de colores e incluso hueveras son materiales que nos pueden servir para hacer juguetes originales y divertidos. Seguro que a los niños les encantarán, y si no, al menos se divertirán haciéndolos.
Te mostramos cinco ideas para hacer juguetes con materiales reciclados:
- Camiones, trenes y coches. Son los juguetes estrella de los niños. Pocos son los que no disfrutan con ellos y se pueden construir con materiales reciclados. Se puede hacer el cuerpo del coche con cajas de zumo o leche. Unos tapones del mismo tamaño hacen las veces de ruedas. Si los quieres más pequeños se pueden usar los rollos de papel higiénico, si además pintas en el lateral un número, podréis fabricar un auténtico fórmula uno. Si lo que quieres hacer es un tren se pueden usar cintas o papeles de colores para unir los vagones y crear un auténtico medio de transporte.
- Animales de juguete. Otro clásico entre los niños. De fieltro, goma eva, incluso cartón… las opciones son múltiples. A partir de simples planchas y con lápiz y tijeras se pueden formar vistosos animales. Lo importante es que el niño participe en su elaboración, así que teniendo en cuenta la edad y disposición del niño puedes elegir un material u otro, según quieras complicarte en la elaboración.
- Caballitos de madera. Un clásico juguete que suele gustar mucho a los niños. Les ayuda a dar rienda suelta a su imaginación y a pasar ratos divertidos. Para ello es necesario un palo más o menos largo, pero siempre inferior a la altura del niño y una cabeza que podemos elaborar con fieltro, o bien rellenando un calcetín con elementos que le den volumen y luego adornándolo con un botón que haga de ojos, lana haciendo de pelo y una cita a modo de riendas.
- Un bingo casero. Con tapones en lugar de bolas y hueveras de cartón que puedes pintar a modo de cartones de bingo. Luego, una caja de cartón o un saquito y una mano inocente que saque el número. El bingo es el clásico juguete familiar que encanta a grandes y pequeños. Con un poco de imaginación puedes hacerlo tú mismo y los niños aprenderán un montón de cosas: la grafía de los números, la importancia de seguir las normas… y todo ello mientras se divierten.
- Juegos de memoria. Otro clásico que gusta mucho a los niños y que resulta fácil de hacer. Elaborados en cartón con dibujos o fotografías. Las opciones son enormes y su resultado también. Se trata de recortar cuadrados y en una de las caras hacer un dibujo, pegar una fotografía. Según la edad del niño se pueden fabricar más o menos tarjetas. Si el niño es muy pequeño con tres o cuatro dobles bastará. Luego se ponen boca abajo y se juega a ver si se encuentra la pareja.
