Reyes: claves para disfrutar con los niños
La víspera de Reyes es una de las jornadas más esperadas para grandes y pequeños. Es un día lleno de ilusión y magia en el que los padres juegan un papel fundamental para que los niños lo vivan con emoción. Te mostramos las claves para que sea un día inolvidable para padres e hijos.
Planificación. Tener todo planificado es la única forma de no sufrir un inesperado imprevisto que nos eche a perder esta mágica fiesta. Conviene comprar los regalos con antelación, aprovechando los bajos precios antes de estas fechas. Algunas grandes superficies hacen descuentos si las compras se hacen con anterioridad a las navidades. Además, envuélvelos y déjalos bien escondidos, un descuido puede meterte en un aprieto. Si se distribuyen regalos en casas de familiares, hazlo también antes de esa fecha. Acuérdate del papel de regalo y de la comida para los Reyes y los camellos, un poco de leche y galletas bastarán. Intenta que no haya exceso de objetos, los niños se saturan y terminan por olvidarse de los regalos. Es preferible juntar dinero y hacer un regalo grande que un montón de regalos pequeños.
La Cabalgata. A pesar del frío que suele hacer esa jornada y de la hora, que les puede costar a los más pequeños, es un acto que les encanta y que se celebra en multitud de lugares en España. Informarse bien antes del recorrido y el horario es fundamental para coger buen sitio y disfrutar del desfile. Es aconsejable seguir el ritmo que marquen los niños y retirarse cuando consideremos conveniente. No olvides dejar algo preparado para la cena por si se os hace tarde. Cuando los niños son muy pequeños es mejor no ir a grandes aglomeraciones, los niños se pueden poner nerviosos y no disfrutar. Si es posible, elige una cabalgata con menos afluencia de público o un lugar menos transitado, los niños lo pasarán mejor y lo vivirán con la misma ilusión. No olvides la bolsa de plástico para la recogida de caramelos y buena ropa de invierno, a esas horas la temperatura baja mucho y es mejor ir bien abrigado.
Hora de acostarse. Los nervios y la ilusión pueden jugar una mala pasada a los niños que pueden tener problemas para conciliar el sueño esa noche. Lo mejor, intentar acostarlos pronto, más o menos a la hora que suelan acostarse, de ese modo, tendrán tiempo de descansar antes de recibir los regalos. Conviene hacer una cena ligera, acostarles con calma y advertirles de lo importante que es que no se despierten a mitad de noche para no descubrir a los Reyes Magos ya que es importante que los Reyes crean que están dormidos.
El día de Reyes. Disfrutar con los niños ese momento es muy emocionante, así que acompáñalos al lugar donde se encuentran los regalos y comparte su emoción. Conviene que todos los miembros de la familia reciban algo, aunque sea pequeño. Desayunar todos juntos (con un roscón, el tradicional postre navideño) es buena forma de compartir con los hijos de un día mágico y lleno de sorpresas.
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