Viajar con bebés: consejos para que todo sea más fácil
Cuando se tienen hijos una de las cosas que más cambia es la logística a la hora de planificar las vacaciones. Si antes estábamos acostumbrados a no preocuparnos demasiado por el lugar donde íbamos, o incluso lanzarnos a la aventura, en el momento en que tienes hijos es conveniente poner atención a los posibles imprevistos para evitar sorpresas desagradables. Si vamos a viajar en coche lo primero es tener en cuenta la seguridad, comprobar los asientos, que deben ser homologados y adaptados a la edad o peso de los pequeños y estar bien anclados a la carrocería. Además, llevar la documentación necesaria según el destino elegido, conviene llevar la tarjeta sanitaria por si tienen que ser atendidos donde vayáis y, como, no elegir cuidadosamente el destino. Si el niño es muy pequeño lo mejor es elegir un lugar dentro del territorio nacional y no excesivamente lejos por si fuera necesario volver antes de tiempo. Advertir de la edad de los niños al establecimiento donde os vais a hospedar es un trámite imprescindible para que no se produzcan hechos inesperados y disponer de aquello que podéis necesitar. Existen lugares preparados para bebés que facilitan cunas extra, tronas o incluso bañeras para los más pequeños.
Una vez que todo esto ya está preparado, cuando ya se inicie el viaje te ofrecemos algunos detalles que pueden mejorar vuestra experiencia:
- Intentar cuadrar los horarios de salida para que el bebé vaya la mayor parte del viaje dormido. Esto es fácil si el desplazamiento se hace en coche. Es una buena forma de hacer más llevadero el viaje para el niño y para los padres.
- Prestar atención al niño durante el viaje. Esto que parece obvio es la forma más fácil de evitar que el viaje se complique. Saber si está o no cómodo, si es necesario cambiarle el pañal, darle agua si está pasando calor o humedecerle la carita… anticiparse a sus necesidades puede hacer el viaje más fácil.
- Llevar elementos de entretenimiento para el viaje: juguetes, cuentos o reproductores de video portátiles… hay que tener en cuenta que los viajes son un buen momento para interactuar con los niños. Cantar, hacer juegos clásicos como el “veo, veo”, contar los coches de un determinado color… todos ellos son infalibles a la hora de pasar un buen rato.
- No te olvides de meter agua y algún alimento fácil de comer: pan, galletas o algo de fruta o biberones y potitos si el niño aún no toma alimentos sólidos. Evita los alimentos duros que puedan causar atragantamientos: caramelos duros, o frutas con piel fibrosa como las mandarinas…
- Parar cada cierto tiempo para airearse, descansar y estirar las piernas. Igual que los mayores los niños y bebés necesitan parar un rato y cambiar de actividad. Demasiado tiempo encerrados puede ponerles nerviosos o incómodos.
- Por último, prepararse para imprevistos. Un gran atasco, un vuelo cancelado… son elementos que pueden complicarnos un viaje y para lo que no solemos estar preparados. Llevar suficiente agua y comida, no apurar el depósito y poner al mal tiempo buena cara harán que cualquier eventualidad se afronte más fácilmente.
