Gripe y lactancia: cómo mantener protegido al bebé
Durante los dos primeros años, los niños son más vulnerables
La temporada de la gripe es una época que preocupa a los padres, especialmente cuando los niños son pequeños. La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa y muy frecuente en nuestro país. Los niños lactantes son especialmente vulnerables a las infecciones y pueden sufrir complicaciones ya que su sistema inmunológico está en desarrollo. Pero, ¿qué pasa si la madre que le amamanta se contagia? Te contamos cómo proteger al bebé de la gripe, si es necesario dejar de amamantar y qué cuidados hay tener en cuenta.
Nadie está salvo de la gripe, afecta a cualquier persona con mayor o menor virulencia, pero hay determinados grupos de riesgo que pueden sufrir complicaciones por este virus. Entre ellos están los menores de dos años y, particularmente, los bebés hasta los 5 meses, más vulnerables a tener complicaciones.
La gripe no se transmite a través de la leche materna
La gripe es muy común porque es muy fácil de transmitir. Lo primero que hay que tener en cuenta es que si la madre contrae la gripe debe seguir amamantando al bebé. El virus no se transmite al niño a través de la leche materna y esta contiene anticuerpos que ayudan a proteger al bebé frente a infecciones respiratorias y digestivas. Además, los anticuerpos son especialmente valiosos mientras se desarrolla el sistema inmunológico del pequeño. Solo sería necesario dejar de dar el pecho en caso de enfermedad muy grave. En cuanto a los medicamentos que tome la madre para paliar los síntomas gripales, los expertos recuerdan que tanto el paracetamol como el ibuprofeno no causan problemas, pero ante cualquier otro, consultar al médico es lo más seguro.
Qué medidas podemos tomar para prevenir el contagio
Aunque la gripe no se transmite a través de la leche materna, la madre debe tomar algunas medidas higiénicas pera evitar contagiar al bebé. Estas medidas deben mantenerse al menos durante 24 horas después de que la madre sufra síntomas.
- Usar mascarilla. Usar una mascarilla mientras se da el pecho es una forma de evitar el contagio a través de las gotas respiratorias.
- Lavarse las manos. Lavarlas con frecuencia con agua y jabón, especialmente antes de dar el pecho.
- Usar pañuelos desechables y en caso de tos o de estornudos, taparse la boca y la nariz.
- Desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia como manillas de puertas, interruptores de luz y superficies de cocina.
La vacunación de la familia, una buena medida de prevención
Además, los expertos aconsejan la vacunación contra la gripe en la familia cuando el lactante tenga menos de seis meses, ya que ellos no pueden ser vacunados e incluso vacunarse durante el embarazo. La vacuna durante la gestación protege a la madre y no tiene efectos adversos en el bebé, protegiéndole durante los primeros seis meses, cuando son más vulnerables a la enfermedad. Por último, evitar multitudes en espacios cerrados y mantener una buena higiene son claves para mantener al bebé seguro frente a los virus respiratorios.
En todo caso, conviene consultar al pediatra si el niño muestra síntomas de gripe como fiebre, tos, escalofríos o calambres, fatiga o irritabilidad o dificultad para respirar. Recuerda que la gripe puede afectar con mayor gravedad al bebé por lo que la atención médica temprana es crucial.
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