Bebés que empiezan a hablar: ¿Cómo podemos ayudar?
Desde el primer balbuceo hasta las primeras palabras
Aprender a hablar es una de las habilidades más sorprendentes y complejas que los niños desarrollan en sus primeros años de vida. Desde el momento en que nacen, los bebés comienzan a absorber información a través de los sonidos, los gestos y las interacciones que tienen con las personas a su alrededor. Sin embargo, ¿cuándo comienza este proceso? ¿Cómo aprenden los bebés a hablar? Y, ¿qué podemos hacer los adultos para estimular su desarrollo lingüístico? Te contamos este proceso paso a paso. ¡Toma nota!
¿Cuándo empiezan los bebés a hablar?
El proceso de adquisición del lenguaje comienza mucho antes de que los bebés pronuncien sus primeras palabras. De hecho, el habla empieza a desarrollarse en el útero, donde los bebés ya son capaces de escuchar sonidos, incluidos los latidos del corazón de la madre y, más tarde, las voces que le llegan a través del líquido amniótico.
A las 6 semanas de vida, los bebés comienzan a hacer lo que se conoce como “balbuceo“, un primer intento de producir sonidos que imita lo que escuchan a su alrededor. Estos balbuceos son un signo claro de que el bebé está prestando atención al sonido de las voces y comenzando a hacer sus primeros intentos de comunicarse. Alrededor de los 4 a 6 meses, los bebés empiezan a producir sonidos más complejos y variados, que tratan de imitar los sonidos que escucha de sus interlocutores. Por esta razón, hablar al bebé es clave para que desarrolle el lenguaje.
La clave está en los labios: Los bebés observan cómo hablamos
Una de las características más fascinantes del aprendizaje del lenguaje es cómo los bebés observan a sus cuidadores. Cuando interactuamos con ellos, no solo escuchan nuestros sonidos, sino que también observan atentamente el movimiento de nuestros labios, nuestras expresiones faciales y el gesto de nuestras manos.
Investigaciones han demostrado que los bebés, incluso antes de poder hablar, imitan los movimientos de los labios de los adultos, lo que les ayuda a comprender cómo se producen los sonidos. Un estudio realizado por la Universidad de McGill (Canadá) demostró que los bebés de tan solo 4 meses ya son capaces de seguir el movimiento de los labios y tratar de imitarlo. Esto no solo les permite aprender a producir sonidos, sino que también les ayuda a desarrollar su capacidad de atención social y de interacción con su entorno.
¿Cómo estimular el habla del bebé?
El aprendizaje del lenguaje en los primeros años de vida está fuertemente influenciado por las interacciones sociales que los bebés tienen con sus cuidadores. Por lo tanto, hay muchas formas en las que los adultos podemos contribuir activamente a estimular el habla de los más pequeños. Estas son algunas recomendaciones para fomentar el lenguaje de los bebés:
- Habla y responde al bebé desde el principio: Aun cuando el bebé no pueda responder con palabras, escuchar a sus padres o cuidadores es fundamental. Hablarle sobre lo que está pasando a su alrededor, describirle lo que se ve o se siente en su entorno y dar nombres a los objetos ayuda a asociar sonidos con significados.
- Juega con ellos: El juego es una herramienta esencial para el aprendizaje. Los juegos en los que los bebés pueden imitar sonidos como el “cucú-tras”, o las canciones con gestos, favorecen el desarrollo del lenguaje.
- Lee con ellos: La lectura en voz alta desde una edad temprana es uno de los mejores métodos para estimular el desarrollo del habla. Un estudio realizado por el Centro Nacional para la Educación Estadística (NCES) en Estados Unidos demostró que los niños que son expuestos a la lectura desde bebés tienen un vocabulario más amplio a la edad de 3 años.
- Fomenta la atención visual: Los bebés no solo aprenden a través del sonido, sino también mediante la vista. Asegúrate de que tu rostro esté visible cuando hables con ellos, ya que esto les ayuda a asociar los movimientos de los labios con los sonidos que producen.
¿Cómo afecta el bilingüismo en el desarrollo del habla?
Un tema interesante que a menudo preocupa a los padres es el impacto del bilingüismo en el desarrollo lingüístico de los bebés. Algunos se preguntan si hablar dos idiomas desde el nacimiento puede retrasar el proceso de adquisición del lenguaje. Sin embargo, la evidencia científica muestra que los bebés bilingües pueden desarrollar habilidades lingüísticas de manera tan rápida y efectiva como los bebés monolingües, aunque con algunas diferencias.
Los estudios muestran que los bebés bilingües pueden comenzar a producir palabras un poco más tarde que los bebés monolingües. Sin embargo, esto no implica un retraso en el desarrollo general del lenguaje. Según un estudio publicado en Child Development (2015), los bebés bilingües a menudo producen su primera palabra alrededor de los 12 meses, mientras que los bebés monolingües tienden a hacerlo un poco antes, a los 10-11 meses. La diferencia es mínima y refleja simplemente que los bebés bilingües están procesando dos sistemas lingüísticos, lo que requiere un poco más de tiempo para organizar y categorizar las palabras.
A largo plazo, los niños bilingües tienen una ventaja significativa en términos de cognición. El manejo de dos idiomas desde temprana edad mejora la capacidad de atención, la flexibilidad mental y la resolución de problemas, según la investigación de la Universidad de York (Reino Unido).