Escuelas Infantiles: máxima higiene para conservar el afecto
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Seguir educando bajo el paraguas del afecto
Las Escuelas Infantiles han vuelto al trabajo con un menor número de niños y reforzando la higiene al máximo, pero con una prioridad: salvaguardar la salud emocional de los niños.
La base del trabajo de estos centros es educar pero con una base de afecto. No se puede pretender que los niños mantengan distancia entre ellos, no compartan juguetes o que los cuidadores no muestren afecto ante un niño que llora. Pero, ¿Qué podemos hacer desde la Escuela Infantil para garantizar la educación de los más pequeños sin descuidar el trabajo emocional?
- Aumentar la higiene de los trabajadores del centro, es la manera más eficaz de mantener la seguridad y calidad del trabajo que se lleva a cabo en las Escuelas Infantiles. Establecer unos protocolos claros para todo el personal es clave. Lavarse las manos antes y después de cada cambio de pañal, antes de las comidas…
- Ser muy escrupuloso con los protocolos establecidos.
- Organizar la jornada para que existan entradas escalonadas al centro y que los padres no accedan al centro sino que sean los educadores quienes reciban a los niños en el exterior del centro.
- Desinfectar superficies, juguetes…
- Trabajar mediante juegos el afecto y la comunicación con los niños. Aunque sean pequeños, hablar con ellos, contarles con tranquilidad y sin angustia las normas. El juego es el gran aliado en el trabajo diario con los niños y mediante juegos se pueden enseñar las normas.
- Comunicar a las familias la importancia de que el trabajo en la Escuela Infantil debe continuarse en casa. Contarles las normas del centro y cómo las enseñamos es clave para que las familias participen en el proceso y formemos entre todos una comunidad.
- Rutinas. Crean seguridad y tranquilidad a los niños y les ayuda a tener un desarrollo emocional sano. Ahora más que nunca, las rutinas deben ser una prioridad de las Escuelas.
- Priorizar las actividades en el exterior. En otros países, incluso en países con temperaturas más severas, los niños pasan mucho tiempo en el exterior. Bien abrigados se pueden hacer muchas actividades educativas. Organizar con los educadores tareas que se puedan realizar en entornos exteriores es una forma de preservar la salud y de motivación para los más pequeños.
- Organizar la Escuela para que los grupos sean los más autónomos posibles para que en caso de un contagio, esta situación no afecte a toda la Escuela.
