Niños: cómo enseñarles a manejar los conflictos
Aprender a gestionar los conflictos de forma positiva
Las discusiones y los conflictos forman parte de las relaciones con los demás y surgen cuando hay diferencias de intereses entre dos personas, entre varias o con uno mismo. Son desagradables y hay quien los vive mejor o peor, de forma más o menos intensa; pero, gracias a estas situaciones podemos trabajar la empatía (aprender a ponernos en el lugar del otro para entenderle), los límites (respetando a los demás y a nosotros mismos) y la seguridad y confianza en las relaciones con los demás; además de las habilidades de comunicación.
Los niños tienen que aprender a gestionar sus emociones
En la infancia los conflictos son frecuentes. Hay que tener en cuenta que la personalidad del niño está en plena formación y esto dificulta la resolución. Por esta razón, conviene enseñar desde pequeños a resolver los conflictos de un modo positivo; de esta manera convertimos el conflicto en un aprendizaje para resolver las dificultades que encontrarán durante todo su desarrollo.
¿Qué podemos hacer para enseñarles?
En la escuela infantil, en casa, en el parque… los conflictos van a surgir inevitablemente, así que cuanto antes sepamos qué estrategias podemos seguir, antes podremos resolverlos con éxito. Para ello, te decimos cómo actuar:
- Ante cualquier conflicto, intenta que se resuelva a través de la comunicación de los niños. Si detectas una situación problemática, anticípate e intenta atajarla desde el principio, antes de que se produzca una rabieta o una pelea.
- Favorece la expresión de los sentimientos. Apelar a las emociones de las partes implicadas es la forma de diluir poco a poco el conflicto, buscando la empatía de los partícipes.
- Da opciones. Da una salida o varias y deja que el niño decida. Es importante que los niños se den cuenta de que sus actos tienen consecuencias y hacérselo ver, pero no como castigo, sino como explicación.
- Sé un ejemplo. Ten paciencia y no pierdas los nervios. Enseña que el diálogo es la mejor forma de resolver las situaciones conflictivas.
- Practica situaciones conflictivas en el aula. Hablar sobre un conflicto, cómo lo resolveríamos, qué podemos hacer… Hacer dramatizaciones, con juegos donde se trabajen distintos roles, son enseñanzas sobre el control de emociones que involucra habilidades cognitivas como la creatividad, la memoria, la compresión o la atención.
- Sigue los pasos para resolver un conflicto: primero identificarlo, luego expresar cómo se sienten los implicados y preguntarles sus necesidades. Intenta que ellos busquen una solución, pensando con ellos las ventajas o desventajas de cada opción. Elige con ellos la mejor solución, luego hay que llevarla a cabo y valorar cómo se ha resuelto.
Nuestras experiencias se añaden a nuestra personalidad y a la imagen que tenemos de nosotros y del resto de personas, por lo que merece la pena enseñar desde los primeros años a lidiar con los conflictos, ya que este aprendizaje dará a los niños herramientas para toda la vida.
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