Logotipo Baby Control Agenda Digital Logotipo Baby Control Electrónica para guarderías y escuelas infantiles
X Acceso Prueba Gratis
Volver

Bebés hipersensibles al ruido: qué hacer

Bebé mirando una aspiradora en casa

Dos años: atención constante hacia los sonidos
El sentido del oído es uno de los que primero se desarrolla. Ya desde el feto, los bebés escuchan las voces de sus padres y, al nacer, está comprobado que las reconocen y que se tranquilizan al oírlas. Alrededor de los dos años, este sentido cobra especial importancia, coincidiendo con lo que la educadora María Montessori denominó como “periodo sensible del lenguaje” que en esta edad está en su punto álgido. Los periodos sensibles se definen como “sensibilidades especiales que se encuentran en los seres en evolución, es decir, en los estados infantiles, los cuales son pasajeros y se limitan a la adquisición de un carácter determinado. Una vez desarrollado este carácter cesa la sensibilidad correspondiente”.

El periodo sensible del lenguaje se inicia alrededor de los 7 meses de embarazo y termina en torno a los 6 años. Durante este periodo los niños absorben la lengua materna. Alrededor de los dos años, los niños están especialmente sensibilizados con los sonidos que escuchan. Seguramente habrás observado a tu hijo prestando especial atención a un ruido que no conoce (una nueva melodía, el sonido del canto de un pájaro…) El niño se encuentra en un periodo de atención constante, así en este momento los sonidos repentinos y los ruidos fuertes pueden asustarle, creándole inseguridades y miedos.

 
Sonidos repentinos que pueden causar temores
Los temores pueden iniciarse y potenciarse si le gritáis cuando os enfadáis, cuando hay un tono de voz elevado que no conoce o no espera, si escucha la televisión con un volumen demasiado alto, cuando haya experimentado alguna situación que le haya asustado (fuegos artificiales, el ladrido de un perro…).
Cualquiera que sea la causa de su temor, estar cerca de ti le tranquilizará y le ayudará a calmarse.

 
Algunas pautas para poner en marcha
Para ayudarle a canalizar este miedo, puedes poner en práctica las siguientes pautas:

  • Ante todo, tranquilidad. Si ve que tú estás tranquilo, seguro que se relaja. Si su reacción es exagerada, intenta no sobrevalorar sus gritos o lloros. Si reaccionas de forma equilibrada, el niño acabará relajándose.
  • Sé comprensivo. No te rías o le ridiculices. Aunque sea exagerado y para ti sea un sonido reconocible, su miedo es real. Hablar con él sobre los miedos le dará seguridad y le tranquilizará. Las palabras son una magnifica herramienta para debilitar las emociones negativas.
  • Enséñale algunas técnicas de bloqueo. Taparse los oídos es sencillo y le ayudará a sobrellevar los ruidos molestos. También puedes ofrecerle orejeras si vais a experimentar un sonido fuerte previsible como fuegos artificiales, petardos…
  • Reconócele sus avances. Cuando consiga entrar en su sitio muy ruidoso sin llorar, felicítale con efusividad. También puedes recordarle sus pequeños triunfos antes de enfrentarse a una situación ruidosa a la que tenga que hacer frente. Al reforzar las actitudes positivas, mejorará su autoestima y su seguridad, claves para superar el miedo.
  • Enfrentarse a los miedos. Forzar a los niños a enfrentarse de repente a aquello que les da pavor puede ser contraproducente. Lo acertado sería hacerlo paulatinamente. Dejar que el niño toque el aspirador o el secador cuando está apagado, ver los fuegos artificiales detrás de un cristal… son técnicas de aproximación ideales para conseguir que poco a poco venzan sus miedos.

Recuerda que estos temores suelen ser pasajeros y alrededor de los 4 años ya han sido superados por la mayoría de los niños. En caso contrario o cuando el temor se produce a menudo o no se consuela con facilidad, consúltalo con su pediatra, que valorara la necesidad de visitar al especialista.

Volver

0 comentarios de los usuarios

Quiero dejar un comentario
Icono de dos bocadillos

Escribe aquí tus comentarios

Normas de uso: No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes. Tu mensaje debe cumplir determinadas normas de buena conducta. Los mensajes que contengan descalificaciones personales, comentarios soeces o dañen el honor o la intimidad de otras personas o centros infantiles podrán ser eliminados.








Volver