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Vacaciones escolares: un buen momento para fomentar la lectura

Niña eligiendo libro en una biblioteca infantil

Con la llegada de las vacaciones padres y niños están más relajados lo que propicia que se dedique más tiempo a realizar actividades lúdicas y de ocio. Leer es una de las actividades que podemos aprovechar para fomentar el hábito lector ya que es una necesidad fundamental en la educación de los más pequeños. Es verdad que no es sencillo porque, a menudo, existen otros estímulos que rodean a los peques y que les pueden resultar más llamativos y atractivos que los libros. Sin embargo, es fundamental que ya desde la primera infancia se estimule el gusto por la lectura.

Leerles en voz alta es una actividad que propicia la conexión entre adultos y niños. Además es una buena forma de disfrutar de compañía mutua y establece un vínculo afectivo y de comunicación que se mantendrá cuando los niños ya sean capaces de leer de forma autónoma. La lectura favorece la empatía, propicia la imaginación y potencia su atención. Mantener esta sana costumbre también en verano, ayudará a los niños a estar más centrados y a volver a la escuela infantil o colegio con un bagaje personal más rico para seguir aprendiendo.

Para tener éxito, conviene que esta sea una actividad divertida, de disfrute, tanto para mayores como para pequeños. No se trata de que los niños vean la lectura como una obligación, sino que con nuestra ayuda empiecen a disfrutar de la lectura. Escoger títulos que a ellos les gustan o por los que se sientan atraídos es, sin duda, la mejor forma de garantizar el éxito en la lectura.

 
Estos son algunos consejos para fomentar este hábito durante el verano:

  • Visita la biblioteca de tu localidad. Las bibliotecas son un lugar mágico para los niños y así se lo debes contar. Llévales con ilusión, para que vean todo lo que hay, y puedan escoger los títulos que puedan para llevarlos a casa.
  • Intenta buscar un momento del día para dedicarlo a la lectura, ya sea propia, si ya ha empezado a leer, o para leerle un cuento. En verano los horarios se relajan, por eso es importante buscar el momento que el niño esté más receptivo.
  • Deja los libros a su alcance. Si el niño es muy pequeño, puedes ponerlos a la altura del suelo. Escoge libros que él pueda manipular y deja para más adelante aquellos que pueden romperse con facilidad.
  • Pregunta al tutor o tutora de tu escuela infantil o colegio, sin duda, ellos son los que saben qué le puedes leer al niño y cuáles son los más adecuados para su edad.
  • Sé un ejemplo. Si los niños ven que tú disfrutas con la lectura y te ven leer es más fácil que vean la lectura con una actitud positiva.
  • Limita el uso de las tabletas y móviles y ofréceles en su lugar libros. Los niños pequeños deberían hacer un uso muy limitado de estos dispositivos, ya que en los primeros años se deben fomentar las actividades de exterior y que impliquen siempre que se pueda movimiento.
  • Debes sugerir la lectura, pero nunca obligar. El niño, poco a poco, irá disfrutando de la lectura si encuentra libros que le interesen y le llamen la atención.
  • Acompáñale en la lectura y léele siempre que te lo pida, esto es importante a todas las edades. Incluso los niños que ya saben leer disfrutan mucho cuando los adultos les leen.
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