Aburrirse: muy beneficioso para los niños
Aunque el aburrimiento forma parte de la infancia, los padres generalmente se angustian cuando los niños comienzan a expresar su aburrimiento e intentan distraerlos con cualquier cosa que tengan a su alcance. Hoy en día, los niños viven en una sobreestimulación constante. La televisión, las consolas, los teléfonos móviles hacen que tengan a su alcance instrumentos para estar siempre entretenidos y no haya espacio para el aburrimiento o para pasar tiempo sin saber qué hacer. Sin embargo, los expertos señalan que aburrirse reporta enormes beneficios, ya que es la mejor manera de echar a volar la imaginación. Ante los momentos de soledad e introversión los niños buscan formas de divertirse o generan ideas y pensamientos que son muy beneficiosos para su desarrollo emocional.
Qué hacemos frente al aburrimiento
Cuando un niño comienza a quejarse porque no está a gusto (resopla, se enfada, protesta…) la mayoría de los padres intentan aliviar esta situación suministrándole distracciones. ¿Quieres que pongamos una peli? ¿Te pongo un juego en la Tablet? En algunas ocasiones, esta ansiedad por complacer a los hijos está causada por un sentimiento de culpa de los padres, por no pasar suficiente tiempo con los niños o bien por no saber cómo jugar con ellos. En general, los niños poseen un número muy grande de juguetes, fácil acceso a las pantallas y muchas actividades estructuradas, por lo que tienen poco espacio para crear estrategias frente al aburrimiento. Cuando los niños tiempo libre ellos solos tienen que crear los recursos necesarios para divertirse y pueden desarrollar la creatividad. De esta manera, crecen en autonomía y su autoestima también se ve beneficiada.
No todo es diversión
La vida no es una fiesta constante. Existen momentos de actividad y momentos de tranquilidad, de estimulación y de no saber qué hacer. Cuando los niños se aburren sienten un malestar, pero este suele ser momentáneo. La mayoría de las veces los niños consiguen adaptarse y sacar partido a la situación. Buscan soluciones creativas y esto les hace más fuertes ante la frustración y se motivan y se sienten más felices consigo mismos.
Como adultos hay que acostumbrarse a sus quejas y no optar, salvo si la situación se nos desborda, por la solución fácil: la televisión, los teléfonos móviles o la Tablet. Al principio, se les puede ofrecer opciones e intentar que ellos se responsabilicen de lo que hayan elegido para entretenerse: ¿A qué te gustaría jugar?; Mira, tienes aquí unos coches o unos muñequitos, ¿qué podrías hacer con ellos? Si el niño no reacciona se pueden dar ideas: ¿Y si hacemos una carrera? ¿Montamos un mercado?
Antídotos contra el aburrimiento
La lectura es un gran antídoto contra el aburrimiento. Cuando a un niño le gusta leer o aunque no sepa leer le gusta hojear los libros siempre podrá echar mano de un cuento y pasar el rato. La lectura es una herramienta muy buena para combatir el tedio. Para ello, los libros han de estar al alcance de los pequeños, buscar libros que les gusten, intentar que lean un poco a diario y que los padres acostumbren a leer con ellos.
