¿Animas a tus hijos a que lean?
Fomentar la lectura desde los primeros meses
El gusto por la lectura es bueno fomentarlo desde los primeros meses, incluso antes de que los niños aprendan a hablar, ya que a través de la escucha los pequeños desarrollan el gusto por los cuentos y las historias, que son la base de la lectura. En las escuelas infantiles existe material adaptado a cada edad, pero ¿qué hacemos en casa? ¿Podemos hacer algo para generar en nuestros hijos interés por la lectura? Ir a la biblioteca, coger libros que puedan tocar sin miedo a que se rompan, leerles nosotros y coger la costumbre de contarles un cuento antes de dormir hace que el niño vaya teniendo ganas de leer. Pero, además, te mostramos algunas estrategias para que tú en casa puedas fomentar el gusto por la lectura de una forma fácil y divertida. ¡Toma nota!
Leer y releer: utilizar la repetición siempre funciona
¿Te has dado cuenta de que cuando a tu hijo le gusta algo te lo pide una y otra vez? ¿No te ha apetecido nunca ver una película tantas veces que casi te sabes los diálogos de memoria? Con los cuentos pasa lo mismo, los que más les gustan a los niños los quieren oír una y otra vez. Pues, ¡adelante! A los niños les encanta repetir algunos títulos que les llaman la atención y es una oportunidad única para que aprendan vocabulario y frases nuevas.
Leer a los niños en voz alta
Leer en voz alta es una herramienta poderosísima para fomentar la lectura en los niños. Es una forma de hacer la lectura lúdica y divertida para los pequeños y de establecer lazos positivos hacia los libros. Para ello, puedes hacerlo de forma que les interese:
- Usa voces o sonidos para incrementar su interés.
- Observar las imágenes detenidamente y hablar sobre ellas.
- Si ves que alguna frase se repite, anímale a que la acabe él mismo.
- Habla sobre la historia y busca paralelismos con la vida cotidiana.
- Si el niño quiere expresar algo, deja que lo haga y que no te preocupe no terminar el cuento, ya lo haréis en otro momento.
- No dejes de leer en alto cuando el niño ya esté aprendiendo a leer. Es un error que se comete a menudo en casa, pero cuando se lee en alto el niño es capaz de escuchar y entender historias más complicadas que si las tuviese que leer él.
Una biblioteca adaptada en casa
En la biblioteca no importa tanto la cantidad de títulos que tengáis sino que estén a su alcance, bien con una balda, un cajón al que pueda llegar y disfrutarlos cuando pueda, y que los libros estén adaptados a la edad del niño.
Los primeros libros deben ser de cartón duro o bien de plástico (que se pueden incluso sumergir en la bañera). Puedes simular un rincón de lectura tal y como disponen muchas escuelas infantiles, para ello puedes poner un asiento cómodo y una lámpara que acompañe.
Habla con ellos sobre los libros que leen
Pregúntale a tu hijo sobre lo que está leyendo, si le gusta y por qué le gusta. También puedes sacar temas interesantes que le interesen a raíz de los cuentos. Y aprovecha la ocasión para hablarle de otros libros o de qué te gustaba a ti a su edad.
Además, algunas actividades como cantar también mejoran la comprensión lectora. Si es importante leer también es fundamental entender lo que se ha leído. El ritmo de las canciones es clave para trabajar la memorización y para ir poco a poco cogiendo vocabulario y profundizar en el significado de las palabras.
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