Autoestima: una forma de aumentar el bienestar de los niños
Una buena autoestima ayuda a crear relaciones sanas
Las relaciones afectivas, principalmente con los padres o cuidadores de referencia son base de la autoestima de los niños. Un niño que recibe afecto y cariño desde la cuna suele crecer con confianza y respeto a sí mismo, lo cual es clave para desarrollar luego relaciones saludables con los demás. La autoestima afecta a la forma en que los niños se comunican, a su participación activa en actividades, a su posibilidad de afrontar retos, a su autonomía y a su capacidad de ser asertivos (hacerse valer ante los demás de forma abierta, directa y amable). Por el contrario, crecer con una baja autoestima puede producir problemas de inseguridad y afectar a su aprendizaje en la escuela, ya que este se ve influenciado por la percepción que tenga el niño sobre sí mismo y cómo aprende.
El cariño: la base de una buena autoestima
La autoestima de los niños depende en gran parte de la relación que el niño establece con los adultos más importantes en su crianza, que suelen ser sus progenitores. Son ellos quienes deben estar atentos y estimular al niño para que crezca respetando a los demás y respetándose a sí mismos. El cariño es, sin duda, el punto de partida para que el niño desarrolle una buena autoestima. Al sentirse querido y respetado el niño se sentirá confiado y tendrá fortaleza para afrontar los retos que le vayan surgiendo.
Cómo detectar la baja autoestima
A pesar del cariño, algunos niños tienen problemas de autoestima debido a factores externos (fracasos en el aprendizaje), falta de apoyo, situaciones familiares complicadas… que pueden afectarles negativamente. Detectar estas situaciones y ponerles freno son claves para recuperar la confianza del niño. Algunas señales que nos pueden indicar falta de autoestima son:
- La negativa a participar en actividades por miedo a no alcanzar las expectativas de los demás o las suyas propias.
- Engañar o echar la culpa a los demás.
- Conductas agresivas o un exceso de timidez.
- La frustración ante cualquier situación.
- Cuando son muy influenciables y se dedican a seguir lo que los demás le van dictando.
Fomentar la autoestima de los más pequeños
Para fomentar que los niños crezcan con una buena autoestima podemos poner en práctica algunas claves que sin duda le ayudarán a tener más confianza en sí mismo y aumentarán el bienestar de los pequeños. Estos son algunos consejos para lograrlo.
- Fomentar que el niño sea independiente. El niño que aprende hacer las cosas por sí mismo tiene más confianza y se siente mejor. Para ello, no hay que sobreprotegerlo y hacerle más pequeño de lo que es. Hay que animarle a que poco a poco aprenda a realizar las tareas de las que se capaz.
- Enseñarle a establecer objetivos asumibles para su edad y su capacidad. Es fundamental que aprenda a tomar decisiones y se responsabilice de ellas, pero teniendo en cuenta de lo que es capaz. Hay que dejar que se equivoque, pero sin asumir riesgos o realizando actividades que le puedan poner en peligro.
- Animarle a que haga cosas, pero desde el refuerzo positivo: dar importancia a lo que hace bien y no reprenderle o fijarse en lo que es erróneo.
- Establecer límites claros y mantenerlos en el tiempo. Se trata de ser firme, pero sereno.
- Hacerle ver su valor desde el cariño. Respetar y aceptar sus bondades y sus defectos, desde el amor.
- Hablar a menudo con él. El niño necesita saberse escuchado para que pueda comunicarse con nosotros. Para que el niño sienta que nos puede contar sus cosas debemos huir de los juicios negativos, de las comparaciones con los demás (“mira cómo lo hace tu hermano y tú todavía no”) o de las generalizaciones (“siempre lo haces mal”).
