Bailar con los niños: una fuente de bienestar
Una actividad fácil para realizar en casa
Con el confinamiento hemos ganado tiempo para estar en familia, de disfrutar de pequeños ratos que a lo mejor antes no se daba con tanta intensidad. Sin, duda, una oportunidad de compartir momentos únicos con los hijos. Los niños reaccionan ante la música de forma innata. Hay estudios que confirman que moverse al ritmo de la música es una capacidad espontánea que crea bienestar en los niños y les ofrece una gran cantidad de beneficios. El primero y es quizás uno de los más importantes en estos momentos es que mejora su estado de ánimo.
Muchos padres se sorprenden cuando empiezan a observar cómo su bebe se mueve al son de la música, siguiendo el ritmo. Los bebés experimentan su mundo a través del movimiento y del cuerpo. Por esta razón, la música les gusta: les ayuda a experimentar sensaciones que contribuyen de forma muy beneficiosa en su desarrollo físico e intelectual.
La música: clave para un montón de actividades
Además, la música la podemos usar en infinidad de actividades. Según su ritmo, podemos usarla para activarles cuando vamos a hacer una actividad que requiera movimiento; para calmarlos, cuando es la hora de ir a dormir, o para resaltar una actividad en concreto: recoger los juguetes, la hora del baño…
Grandes beneficios
Bailar es un excelente ejercicio cardiovascular. Favorece su desarrollo muscular y les permite ganar en equilibrio o flexibilidad. Además, es fácil de realizar: para bailar se necesita poco espacio y se puede practicar casi en casi cualquier rincón de nuestra casa. El baile ayuda a mejorar la coordinación, mejora el desarrollo de la memoria y la creatividad: podemos crear pasos sencillos o simplemente dejarnos llevar. Todo ello, supone una fuente de felicidad para los niños.
Con el movimiento que se produce al bailar los niños aprenden a conocer su cuerpo y sus capacidades. Además, ayuda a reforzar el vínculo con quien se baila.
Para hacer del baile una actividad placentera para padres y niños, podemos:
- Si tu bebé es aún muy pequeño, puedes bailar al ritmo de la música ayudándote de una mochila portabebés, o bien mientras te balanceas suavemente con él en brazos. Los niños, sin duda, disfrutarán de estar “pegados” a mamá o papá al son de la música.
- Sincronizaros al ritmo de la música, le puedes coger en brazos o agarrarle las manos, los adultos podemos adaptar más fácilmente nuestros movimientos a la música que estamos poniendo.
- Realizar pequeñas acciones como seguir el ritmo con los pies, dar palmas, chasquear los dedos, puede provocar que el niño asocie rápidamente el ritmo y el movimiento corporal, además, seguro que te intenta imitar.
- Cuando ya son un poco más mayores y se mantienen en pie se pueden idear pequeñas coreografías, ya que están estimulan su memoria. Según las capacidades del niño, se puede ir incrementando su dificultad.
- Elegir bien la música al estado de ánimo del bebé, si el pequeño se encuentra demasiado excitado debemos elegir melodías tranquilas que le ayuden a relajarse. Si, queremos que se active por ejemplo porque se acaba de levantar de la siesta, elegiremos un tema “movidito,” que le estimule.
