Baile: una actividad muy recomendada para bebés
Muchos padres se sorprenden al descubrir por primera vez a su bebé moviéndose al son de la música, sin embargo el sentido del ritmo es innato en los seres humanos. Cuando los niños son pequeños no diferencian entre la parte física e intelectual, no tienen la capacidad de razonar desarrollada y todo lo que experimentan lo hacen a través del movimiento y de su cuerpo. Por esta razón, la música es una clara aliada para experimentar sensaciones y contribuye de forma muy positiva a su desarrollo físico e intelectual.
Como nos pasa a los adultos, conviene seleccionar el tipo de ritmo al momento en el que se encuentre el bebé. La música ayuda a preparar al bebé para la siguiente actividad que se vaya a realizar. Si es la hora de dormir, un ritmo pausado le ayudará a tranquilizarse y afrontar el sueño de forma placentera. El balanceo que produce la música recuerda mucho al movimiento que hacen las madres al acunar a los bebés, lo que hace que este se prepare para el sueño. Si por el contrario el bebé acaba de despertarse podemos elegir un ritmo más movido, que le permita desperezarse y afrontar el momento con alegría.
Si tenemos en cuenta estas premisas, podemos hacer que el niño disfrute de la música y el baile, actividades que le aportan una gran cantidad de beneficios.
- Mejora la psicomotricidad gruesa, ya que le ayuda a coordinar los movimientos, a moverse de forma más precisa y a desarrollar el sentido del equilibrio.
- Le ayuda a conocer sus limitaciones, a descubrir que puede mover su cuerpo a voluntad y a tener una mayor conciencia de su esquema corporal. Además, se dará cuenta de su evolución, ya que cada vez se verá más autónomo y capaz de hacer movimientos que antes no conseguía hacer.
- Estimula su inteligencia, desarrollando su memoria y su creatividad. A medida que el niño crece es capaz de aprender movimientos rítmicos y canciones, lo que favorecerá su memoria. Está demostrada la relación existente entre ritmo y matemáticas, hasta tal punto que se sabe que los niños que están en contacto con la música desde edades tempranas tienen más facilidad para captar conceptos matemáticos abstractos. En cuanto a la creatividad, la música estimula el lado derecho del cerebro, donde se desarrolla la creatividad.
- La música ayuda a la socialización de los pequeños. El baile es un momento de disfrute que puede compartir con otros niños. Bailar con compañeros en la escuela infantil o en casa hace que se sincronicen los movimientos, creando un vínculo especial con ellos que favorece la actividad en equipo.
- El baile es una fuente de ejercicio. El baile no deja de ser un estupendo ejercicio cardiovascular que le ayudará a desarrollar sus músculos y le permitirá ganar flexibilidad.