Bebé: todos los beneficios de darle un masaje
Contacto físico: un bálsamo para el bebé
Abrazos, caricias, masajes… el contacto físico es fundamental para que los bebés crezcan sanos y felices. Los estudios realizados al efecto lo dejan claro: los niños que reciben masajes lloran menos, duermen mejor y tienen menos estrés. El niño, desde que nace, conoce su entorno a través de los sentidos, por esta razón, cuando son acariciados les reconforta y les ayuda a controlar sus emociones y el estrés. Los masajes calman, alivian problemas como el estreñimiento y ayudan a mitigar los problemas respiratorios.
Recibir masajes facilita el sueño y reduce el estrés
Gracias a los masajes los niños se sienten más felices y seguros de sí mismos, porque a través de las caricias los padres trasmiten su respeto y amor hacia ellos. Los masajes además son una forma muy eficaz de relajar a los bebés. Un estudio realizado en la Universidad de Warwick (Reino Unido) ha constatado que los bebés que reciben masajes lloran menos, duermen mejor y sufren menos estrés. Con el masaje se libera la hormona que regula el sueño: la melatonina y esto hace que ayude a crear un patrón de sueño correcto y reduzca el nivel de cortisol, la hormona que se libera cuando hay estrés.
Te contamos cuáles son los beneficios de dar masajes a los niños. ¡Toma nota!
- Alivia los problemas intestinales. Muchos bebés, en las primeras semanas de vida, tienen problemas gastrointestinales por falta de madurez en el sistema digestivo. Los masajes favorecen el tránsito intestinal y alivian los gases y los cólicos del lactante. Así, conviene dar un masaje con movimientos circulares sobre su tripa, siguiendo la dirección de las agujas de un reloj. Además, si está estreñido, coge sus piernas y muévelas hacia su abdomen, estirando y encogiendo, esto hará que se activen los músculos y favorezcan las deposiciones.
- Favorece el desarrollo de los músculos. Los masajes ayudan a tonificar la piel, aumentan la flexibilidad y mejoran la coordinación de brazos y piernas.
- Aportan conocimiento del propio cuerpo. Gracias al masaje infantil estamos dando información al bebé sobre su propio cuerpo y les ayuda a tomar conciencia de sí mismos.
- Favorecen el sueño. Los masajes relajan y alivian las tensiones. Esto provoca un sueño profundo y reparador. Por lo tanto, incluir un masaje por la noche, antes de dormir puede ser una idea estupenda de cara a un mejor descanso.
- Potencian el desarrollo cerebral. Durante los primeros meses, el desarrollo neurológico está muy asociado al aprendizaje del entorno a través de los sentidos. El bebé recibe estímulos y gracias a ellos, va desarrollando su capacidad cognitiva.
Muy beneficioso también para los padres
Todos estos beneficios son para los bebés, pero ¿cómo afecta dar masajes a los hijos? Masajear al bebé también resulta muy beneficioso para los padres.
El contacto físico con el bebé, las risas, las miradas… todo ello supone una mejora del apego y de los lazos afectivos con los hijos. Este contacto favorece la comunicación padre e hijo y ayuda a descargar tensiones también a los padres. Por lo que, sin duda, la práctica del masaje está totalmente indicada para padres e hijos.
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