Bebés: cómo hacerles reír
La risa tiene grandes beneficios psicológicos y físicos
La risa es una forma de comunicarnos con los demás y una verdadera delicia para los oídos. Cuando escuchamos a alguien reír ya nos inclinamos de forma positiva hacia esa persona. En el caso de los bebés, cuando se ríen y ven reacciones a su risa les da confianza y ayuda a reforzar el vínculo que tienen con esa persona.
Hacer reír a un bebé es fácil: se pueden hacer gestos, juegos como el cucú-tras, cosquillas o cosas que les sorprendan… reír les aporta grandes beneficios psicológicos y físicos. Si para un adulto reír a carcajadas supone una terapia sumamente positiva, al ayudar a relajar la tensión y bajar el estrés… ¿Cómo no va a serlo para un bebé?
Gracias a la risa se estrechan los lazos afectivos y se mejora la socialización y las relaciones con los demás. A nivel psicológico ayuda a relajarse y mejora el funcionamiento del cerebro, desarrollando la inteligencia y la autoestima. Además, desde el punto de vista físico, fortalece los músculos, refuerza el sistema inmunológico y oxigena el organismo. Tiene además beneficios en el aparato digestivo, ya que relaja el diafragma y el abdomen.
¿Pero qué provoca que un bebé se ría? ¿Cuándo empiezan a reírse? Y sobre todo, ¿qué les hace reír?
Los estudios señalan que en las primeras semanas de vida los bebés sonríen, incluso se ha observado en ecografías de alta resolución que los bebés pueden aparecer sonriendo en el vientre de la madre. Sin embargo, estos primeros gestos son actos reflejos, no tienen el carácter social que tendrán con el tiempo. Por eso es importante que se responda al bebé con caricias y sonidos cuando sonrían, ya que enseñamos al bebé a comunicarse con el entorno usando la risa y la sonrisa.
Entre el primer y segundo mes la sonrisa se hace más patente y es una forma de llamar la atención de otras personas, pero hasta los cuatro o cinco meses no aparecen las primeras risas y gorjeos. Alrededor de los siete u ocho meses la risa se relaciona con los juegos o con situaciones cotidianas. Por esta razón, en este momento el juego se hace imprescindible, ya que comienza una etapa de aprendizaje a través del juego que conviene fomentar al máximo.
Qué podemos hacer para fomentar la carcajada
Saber qué le puede provocar la risa a tu bebé será muy positivo para desarrollar sus expresiones y hacer más rica la comunicación entre los dos. Puede que hayas descubierto lo que le hace reír, pero no está de más conocer algunos trucos o situaciones que le pueden provocar más de una carcajada. Te mostramos algunas para que las pruebes y veas si te dan resultado:
- Cosquillas… ¿A quién no le hacen reír? El contacto físico es siempre positivo siempre que se haga con delicadeza, supone una divertida conexión con los hijos.
- Botar sobre un colchón o almohada. La sensación de balancearse sobre un superficie suave y mullida es muy placentera. ¿La has probado?
- Objetos que rebotan. Situaciones cotidianas como una pelota que rebota o tirar un objeto se convierten muchas veces en objeto de carcajadas.
- Hacer gestos y muecas. Poner caras y esperar su respuesta es una forma de hacerles reír.
- Cantar, bailar, dar palmas… todo ello supone una estimulación para su sentido musical y el ritmo, a la vez que les alegrará una barbaridad.
- Juegos como cucú-tras donde el adulto desaparece detrás de sus manos a menudo les sorprende y les hacen reír.
- Reflejo en el espejo. Hacer movimientos o verse reflejados en el espejo suele ser también una buena forma de hacerle disfrutar.
