Ciencia: experimentos para hacer en la Escuela Infantil
La ciencia está presente en nuestro día a día
La ciencia es una gran aliada para estimular la curiosidad y el aprendizaje de los niños desde que son pequeños. En nuestro día a día nos topamos con la ciencia con cada paso que damos, ya que gran parte de nuestra relación con nuestro entorno tiene una base científica y los niños no son ajenos a esto.
Los estudios que se han realizado sobre cómo aprenden los niños lo dejan claro. Los niños piensan como científicos. Su forma de razonar, experimentar y comprobar, mediante el método de ensayo y error es similar a la que usan los investigadores cuando están trabajando en algún desarrollo científico. Los niños gozan de una gran curiosidad y no tienen tanto miedo al error como tenemos los adultos, lo que hace que se interesen por los experimentos científicos y quieran probar nuevas formas de hacer las cosas.
¿Por qué es importante que los niños hagan experimentos?
Al introducir conceptos científicos de manera lúdica y experimental los niños no solo adquieren conocimientos, sino que también desarrollan habilidades cognitivas y se convierten en investigadores activos. En este artículo, exploraremos cómo aplicar la ciencia en las escuelas infantiles a través de experimentos sencillos y por qué es crucial que los niños aprendan jugando desde la infancia.
Los experimentos captan su interés y les hace tener un acercamiento positivo hacia el aprendizaje. Además, son una forma divertida de aprender ciencia de forma lúdica. Además, hay muchas razones:
- Estimulan su curiosidad. Los experimentos despiertan la curiosidad innata que todos tenemos y es una forma de hacerse preguntas y buscar respuestas.
- Permiten desarrollar habilidades cognitivas. Los niños observan, exploran, prueban… ¡Qué mejor forma de aprender cómo resolver problemas!
- Son una forma de fomentar el pensamiento crítico. Gracias a los experimentos, los niños formulan hipótesis, ven si algo es o no cierto y pueden evaluar los resultados.
- Son una forma de promover el aprendizaje activo. Aprender realizando acciones es una forma de recordar lo aprendido mucho más eficaz que aprender conceptos de forma pasiva.
Para hacer experimentos no hacen falta ni materiales difíciles ni instrumentos especializados, pero en nuestra escuela infantil podemos plantear un rincón dedicado a este tipo de experimentación para que los niños exploren de forma segura. Te contamos algunos ejemplos sencillos para realizar en el aula. ¡Toma nota!
- Crear un volcán en erupción. Gracias a la química podemos hacer experimentos sencillos y sorprendentes. Si mezclamos bicarbonato de sodio y vinagre se produce una espuma que gana volumen enseguida y rebosa. Si hacemos una maqueta de un volcán, el resultado será mucho más atractivo.
- Medir el tiempo con un reloj de arena. Usa dos botellas de plástico. Utiliza botellas que estén bien secas por dentro y rellénalas con sal fina que puedes colorear con tiza de colores si quieres darle un resultado más vistoso. Une con cinta americana las dos botellas por su embocadura, dejando para el paso de la sal un agujero de pequeño tamaño. ¡Ya lo tienes!
- Lluvia de colores. Solo necesitas un vaso de cristal, 150 ml de aceite vegetal, agua y colorante alimentario. Vierte el aceite en un recipiente, echa unas cinco gotas de colorante de los colores que tengas, mezcla bien hasta que las gotas se hagan pequeñas. Luego, vierte la mezcla en un recipiente de cristal y deja que los colores vayan cayendo poco a poco formando pequeñas lluvias de color. ¡Te sorprenderá!
- Jabón mágico. Este experimento es una buena forma de que los niños aprendan la importancia de lavarse las manos. Pon un plato con agua y pimienta molida en todo el plato (esta hará las veces de virus o bacterias). Introduce el dedo en jabón líquido y a continuación mételo en el plato. Verás como la pimienta se retira gracias al efecto del jabón.
- Dibujos que se mueven. Para ello solo necesitas un plato blanco y un rotulador de pizarra. Dibuja un pez, una araña, una silueta… y déjala secar un poco. Luego ve agregando agua despacio y ¡se hizo la magia! Los dibujos se irán moviendo por el agua. ¡Les encantará!
