Comer sólidos sin riesgos: chupetes para fruta y verdura
Mejor en pequeños trocitos que en puré
Alrededor de los seis meses los niños comienzan a introducir alimentos complementarios a la leche materna. Aunque hasta no hace mucho los pediatras recomendaban los purés o papillas, en los últimos tiempos los expertos aconsejan ofrecer los alimentos en pequeños trozos, de tal manera que en cuanto pueda el bebé pueda coger la comida con sus propias manos y llevársela a la boca.
Pasar de una alimentación de solo líquidos a sólidos genera cierto nerviosismo en los padres, por el miedo a que el bebé pueda ahogarse. Por esta razón, han surgido algunos elementos antiahogo muy útiles para hacer esta transición del sólido al líquido.
Chupetes para fruta y verdura
Gracias a este eficaz recurso los bebés pueden comer algunos alimentos como fruta o verdura sin peligro. Por esta razón, se han hecho muy populares, sobre todo para introducir la fruta fresca. Estos chupetes son de dos tipos: de malla o de silicona. Te contamos los detalles:
- De malla. Los chupetes de malla pueden estar hechos de varios materiales como el nailon o el polipropileno. Lo característico de este modelo es que el bebé puede estrujarlo y que el alimento pasa en pequeña cantidad a través de la malla. Es eficaz, pero su limpieza no es fácil y, además, con el uso va perdiendo su color original.
- De silicona. La silicona es un material rígido y resistente. Es fácil de limpiar y de esterilizar después de su uso sin cambiar su apariencia. Además, como punto positivo es un material que al morderlo alivia sus encías, lo que ayuda a calmarle cuando están inflamadas debido a la dentición. Por el contrario, al ser rígido es más difícil que el alimento salga y menos en pedacitos. Así que solo es eficaz en alimentos blandos.
Cómo usar los chupetes para fruta y verdura
Este tipo de chupetes es ideal para frutas (plátano, naranja, pera o manzana…) y verduras (empieza con patata, zanahoria o calabaza), aunque también puedes introducir pan, queso o galletas… Lo ideal es que las frutas y verduras sean frescas y de buena calidad. Córtalas en trozos pequeños y ofrécesela al bebé con la tetina hacia abajo.
Recuerda usar babero, ya al manipular el chupete, se manchará. Pero déjale que lo muerda o lo presione. Los chupetes tienen un cierre de seguridad que hace muy difícil que se acceda al interior. Aun así, lo mejor es supervisar al bebé y usarlo a partir de los seis meses, cuando el bebé pueda mantenerse erguido.
¿Es beneficioso usar los chupetes antiahogo?
Además de permitir que el bebé consuma los alimentos sin riesgo, usar una de estos elementos es bueno porque:
- Ayuda al bebé a hacer la transición a los alimentos sólidos. El niño aprende a experimentar con los distintos sabores y texturas.
- Son útiles para aliviar el malestar que causa la dentición, ya que los chupetes de silicona se usan como mordedores. Se puede además rellenar con frutas frías o congeladas y de esta forma disminuir la inflamación de las encías.
- El movimiento que hacen los bebés al morder el chupete fortalece la mandíbula y estimula el crecimiento de los dientes.
- Desarrolla las destrezas motoras finas. El bebé tiene que agarrar el objeto y manipularlo. Aprende a coordinar sus movimientos y a mejorar sus habilidades con las manos.
Sin embargo, también tenemos que tener en cuenta que a través del chupete solo sale zumo, los pequeños trozos que salen por los agujeros son muy reducidos, lo que disminuye en gran parte los beneficios de tomar fruta: los zumos son ricos azúcares libres por lo que no se recomienda su consumo habitual. Siempre es mejor tomar la fruta en trozos que su zumo.
Además, el chupete no enseña a comer y con su uso el bebé no disfruta del alimento original. No capta su forma, su textura y muchas veces ni su color (algunas frutas cambian su tono al estrujarse).
Aun así, usado de forma puntual o como transición no deja de ser un elemento útil, seguro para los bebés que se estén iniciando con los alimentos sólidos.
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