Cómo fomentar la creatividad en los niños
La creatividad es, hoy en día, un valor en alza. Desde el punto de vista educativo, la creatividad es un recurso que ayuda a pequeños y mayores a encontrar distintas soluciones a los problemas que se les presenta, lo que les hace más resolutivos y les transmite confianza en el aprendizaje. Aunque los niños nacen con una capacidad innata para imaginar y crear, con la llegada de la educación y de los convencionalismos corren el peligro de ir eliminando este talento si no se estimula lo suficiente.
Pero, ¿qué podemos hacer los adultos para fomentar la creatividad? Las personas que pasan tiempo con los niños deben ser conscientes de la importancia de la creatividad y ayudarles en todo momento a que no la pierdan, para ello:
- Se debe respetar el juego infantil. El juego libre y no dirigido es quizás una de las formas más sencillas y naturales de dejar que la creatividad se desarrolle con normalidad. En este sentido, conviene que como niños tengan tiempo para jugar y no estén exhaustos por un exceso de actividades u obligaciones. El niño, ante todo, debe ser niño.
- Poner un especial hincapié en el entorno. Proporcionar al niño herramientas para que desarrolle su imaginación es fundamental. Basta con hacer simples cambios en un rincón de la casa, como poner un mural en la pared o en el suelo. Coloca un gran trozo de papel continuo y sujétalo con cinta aislante para que el niño pinte libremente.
- No dirijas el juego. Uno de los errores más comunes que cometemos los adultos es querer que los niños jueguen como se debe jugar, según las normas que todos conocemos de cada juego. Es fundamental, se trate del juego del que se trate, de darles a conocer los juegos libremente, dejándoles que los toquen y que jueguen con ellos como quieran, inventándose los juegos y proponiendo nuevas normas. Luego ya, cuando pierdan interés, se les puede ir proponiendo una forma de jugar. Es importante valorar estas nuevas formas que usan los niños para divertirse.
Actividades creativas para los niños:
- Aprovecha el tiempo libre que hay en verano para visitar espacios que no sueles visitar. Acudir a un museo o una exposición, un acuario… cada espacio nuevo que conozcan puede ser una aventura para los más pequeños. No se trata de abarcar demasiado, si los niños son pequeños puede que no muestren mucho interés. Elige una obra y llámale la atención sobre ella, puedes con su ayuda echarle imaginación o inventaros juntos una historia. Es una forma sencilla de fomentar su creatividad y su gusto estético.
- Los cuentos son fundamentales en las edades tempranas, ya que potencian la capacidad creativa y la imaginación. Léele un cuento cortito todos los días, fijaros en los dibujos y echar rienda suelta a la imaginación, intentando hablar sobre la historia o reinterpretando las imágenes, inventando un final diferente…
- El buen tiempo es propicio para actividades que “ensucian”. Saca la pintura de manos, ya que en pañal o ropa interior pueden mancharse tranquilamente y luego una ducha lo quita todo. Ofréceles una bandeja de pan rallado con coches para jugar o animales y déjale que se ponga a imaginar. Son todas ellas actividades fáciles de desarrollar en esta época del año.
