¿Conviene obligar a comer a los niños?
Es el caballo de batalla de muchas familias. Llega la hora de la comida y el niño no quiere comer nada o no prueba bocado si la comida no es una de las que le gustan. Que los niños aprendan a comer de todo y por sí mismos es uno de los objetivos de crianza que tienen los padres, pero por alguna razón existen familias en que este aprendizaje se vive con auténtica desesperación. Los expertos en nutrición, así como los pediatras y psicólogos coinciden en que obligar a un niño a comer no es positivo y no hace que el niño aprenda hábitos saludables, claves para su desarrollo.
Estos son algunos de los inconvenientes que tiene el forzar a los niños a comer:
- Vigila tu actitud. Algunos padres viven el rechazo que tiene su hijo a un determinado alimento o alimentos como un agravio personal. El niño al rechazar el alimento siente la ira de sus padres y se siente mal. Esta situación puede provocar que el niño ante el temor al enfado de sus padres no quiera probar ningún alimento nuevo que se le ofrezca.
- Si el niño acude a la mesa con estrés, es posible que termine detestando el momento de la comida. Comer es un aprendizaje y como tal se debe vivir con normalidad y paciencia. Hay niños que les gusta probar cosas nuevas y otros no. Algunos tienen más apetito que otros… lo que está claro es que por más castigos y amenazas que haya el niño comerá la misma cantidad.
- El niño capta muy bien las emociones de los padres. Piensa que la angustia que genera el hecho de que no coma puede ser síntoma de sobreprotección de los padres, lo cual le impedirá al niño madurar y tomar sus propias decisiones.
- Algunos niños llegan a vomitar cuando se les obliga a comer, por lo que la preocupación e impotencia de los padres aumenta.
El niño que aprende a comer solo es más autónomo y por tanto, más independiente. Esto, sin duda, le hace ganar confianza y alimenta su autoestima. En la mesa debe darse una actitud positiva para que el niño vaya adquiriendo hábitos saludables.
Estos son algunos trucos que pueden ayudarte a que el niño tenga un aprendizaje sano en alimentación:
- Ofrecerle pequeñas cantidades de comida de forma repetida. Conviene que el niño vaya poco a poco aceptando comer cosas que no está acostumbrado, si se hace poco a poco será más fácil.
- Dar ejemplo. No vale que al niño le des frutas y verduras y tú picotees y luego no quieras comer la comida. El niño observa tu comportamiento y lo imita, así si quieres que el niño coma de todo procura comer bien, sin apartar alimentos que no te gustan.
- Implica a los niños en la elaboración de los alimentos. Que te ayuden a preparar el plato es una de las formas más fáciles para que el niño se atreva a probar cosas nuevas.
- Procurar que el niño llegue con el estómago vacío a la comida. Si antes de la misma se ha comido una chuche, cuando llegue la hora de comer, ya no tendrá ganas de tomar nada más.
- Intenta evitar las distracciones durante la comida. La televisión o los juguetes no son elementos que deban estar a la hora de comer. Siéntate con ellos y procura estar relajado, conversando cosas que no tengan que ver con la comida.
- Ofrece los alimentos sin obligar, sin presiones. Hay que tener paciencia e intentarlo varias veces para ver un resultado positivo.
