Cosas a tener en cuenta a la hora de viajar con bebés
Compartir en:
Un destino cómodo y bien planificado
Cuando se tienen hijos, una de las cosas que más cambian es la forma de pasar las vacaciones. Cuando uno está solo no necesita mucha planificación y es fácil adaptarte a cualquier plan que pueda surgir, pero en el momento en que se tienen hijos los viajes de verano deben planificarse un poco para evitar situaciones incómodas o contratiempos inesperados. Te contamos qué debes tener en cuenta a la hora de planificar tu viaje en familia. ¡Toma nota!
Consejos para disfrutar de unas vacaciones perfectas:
- Ten en cuenta el destino elegido. Es clave que sea un destino cómodo desde el punto de vista sanitario. Si es en España, acuérdate de llevar la tarjeta sanitaria del pequeño y si es un país europeo, recuerda que existe una tarjeta sanitaria europea que puedes solicitar de forma online y que te llega en unos días a casa. En cualquier otro lugar, pregunta por los requisitos necesarios para viajar con niños.
- Una vez elegido el destino, comprueba que dispone de todo lo necesario para que el bebé y vosotros estéis cómodos. ¿Vas a necesitar cuna? ¿Disponen de trona, bañera? Pregunta en el establecimiento si disponen de estas comodidades o las tienes que llevar tú.
- A la hora de viajar ten en cuenta la duración del viaje, y si prevés problemas, cuadra el viaje con las horas de sueño del niño. De esta manera, a todos se os hará más fácil.
- Pon especial atención a los imprevistos que puedan surgir: ten a mano pañales, agua, algo fácil para picar o un abanico si es necesario y no te olvides de interactuar con el pequeño durante el viaje para que el viaje se le haga más corto. Puedes hablar, hacer pequeños juegos, poner música y cantar…
- Una vez llegado al destino, intenta acondicionar el sitio elegido, puedes poner en un rincón sus juegos, libros favoritos… La clave es que el niño se sienta cómodo y os haga más fácil la estancia.
- Acomoda las actividades del viaje a la edad de los niños. Si es un bebé puedes usar una mochila para llevarle encima o si es más mayor, puedes llevar una silla de tijera. Todo se puede hacer, pero recuerda mantener las rutinas de comida y sueño, para que todo resulte más sencillo y el niño se acostumbre pronto al nuevo entorno. Normalmente el niño puede tardar un día o dos en habituarse a un nuevo lugar. Así que, un poco de paciencia es clave al empezar bien las vacaciones.
