El cuidado: la base de la educación en la Escuela Infantil
Lo que se transmite con los cuidados
Una de las labores más importantes de las Escuelas Infantiles son los cuidados, aquellos que se dirigen a satisfacer las necesidades de los bebés y niños de 0 a 6 años. Son necesidades que los niños, sobre todo en los primeros años, no pueden cubrir por sí mismos y que se realizan a través de las rutinas. Las más importantes son la alimentación, la higiene y el descanso.
En estos primeros años existe una relación muy importante entre estos cuidados y la educación, ya que principalmente durante los tres primeros años el objetivo educativo debería orientarse a buscar la autonomía de los niños. Una autonomía personal que luego afectará a muchos otros aprendizajes de su vida.
Los expertos en comunicación establecen que las personas aprendemos a través de nosotros mismos, mediante la relación con el entorno en el que nos desenvolvemos y con la interacción de nosotros con el resto de personas. De esta forma, según sea nuestro conocimiento de nosotros mismos y del entorno, según se relacionen los niños con los espacios y sean capaces de actuar de forma individual y colectiva así lograrán desarrollar más o menos su aprendizaje.
Los maestros, claves en el desarrollo integral de los niños
Los educadores en la Escuela Infantil son la piedra angular de toda Escuela Infantil, por esa razón la formación continua y la toma de conciencia de su importancia en el desarrollo de los más pequeños, nos debe llevar a una reflexión de todo el equipo educativo. No solo es qué queremos transmitir, sino cómo y quién lo va a hacer. Porque cada cosa que hacemos o no hacemos en la Escuela puede conllevar un aprendizaje. La calidad humana, así como la búsqueda de unos objetivos educativos claros y reales es lo que diferencia en esencia a una Escuela Infantil de otra.
No solo se deben cuidar los niños, también deben cuidarse los educadores
Establecer unas normas a través de un proyecto educativo potente y sentirse respaldados por el equipo directivo para llevarlo a cabo es clave para que los educadores se encuentren en disposición de educar a los pequeños. Sobre todo, en esta época, donde se han endurecido las normas de higiene y los niños han pasado más tiempo de lo normal con sus padres, los educadores deben prestar especial atención a su propio cuidado. Para ello, conviene dedicarse unos minutos para respirar con calma, para que el estrés no llegue a los niños e incorporar las rutinas poco a poco, para que educadores y niños se adapten de nuevo al ritmo de cada Escuela o Colegio.
La Escuela: un lugar seguro donde desarrollar todo su potencial
Las Escuelas Infantiles son, hoy en día, uno de los lugares donde el niño puede desarrollar mejor todo su potencial. Los niños se quedan en manos de profesionales que están atentos a todas las necesidades de los niños. Un centro, con unas rutinas bien organizadas, con material adecuado y espacios preparados es un lugar estimulante que hace que el desarrollo social e intelectual de los niños que acude a ella sea superior a aquellos que no disponen de estos recursos.
En este sentido, establecer rutinas dedicadas a los cuidados básicos: alimentación, higiene y descanso convierte a los centros escolares en lugares seguros y enriquecedores.
Estos son los cuidados esenciales que se deben establecer en la Escuela Infantil:
- Alimentación. Desde la Escuela Infantil no solo se trata de enseñar a los niños a comer sino de transmitirles respeto y confianza en sus capacidades y en la progresiva adquisición de autonomía. Se les enseña a los niños a autorregularse de forma natural. Es un momento muy especial de comunicación con el educador y debe orientarse al disfrute. La alimentación es nutrición y nutrición no debe ser solo una necesidad física sino emocional. Por eso es un momento que merece especial atención. Al servir el alimento a los más pequeños se transmite amor y se enseña a descubrir sabores, texturas, olores… Se debe vivir con plena consciencia del momento, para que dependiendo de su desarrollo motor y cognitivo pueda ir adquiriendo las habilidades necesarias para que con el tiempo pueda llegar a alimentarse por sí mismo.
- Higiene. Es un momento íntimo, personal y como tal requiere de todo nuestro cuidado y respeto. Anticipando verbalmente cada acción que se vaya a realizar, esperando su aceptación; nombrando las partes del cuerpo que se van a ver involucradas, pidiendo su colaboración, y realizando estas acciones con toda la ternura enseñamos al niño a valorar su propio cuerpo, a respetarse a sí mismo y a cómo deben tratarles los demás. Darles libertad de movimiento es clave para que poco a poco ganen en autonomía, sin duda, el fin de todo cuidado.
- Descanso. Fomentar que los niños adquieran una relación sana con el sueño es uno de los cuidados que podemos estimular desde la Escuela Infantil. Los niños deben autorregularse y para ello el educador debe estar atento al cansancio de los niños. Tratar a los pequeños con respeto y ternura en el momento de la siesta es fundamental para que adquieran el descanso necesario. En definitiva, darles confianza para que descansen con tranquilidad y que aprendan a dormir solos y con seguridad.
Los cuidados son clave para que el niño lleve a cabo el resto de aprendizajes de forma correcta y su paso por la Escuela Infantil deje una huella imborrable en el desarrollo de los más pequeños.
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