Escuelas infantiles: claves para fomentar la lectura
Leer mejora la atención de los niños
La lectura es uno de los pilares básicos de la educación. Leer nos ayuda a mantener la atención, clave para desarrollar la memoria y, por tanto, para aprender. Pero mucho antes de aprender a leer, las escuelas infantiles y guarderías tienen un papel clave para crear las bases del hábito lector, transmitiendo con las actividades en el aula el amor por los libros. Te mostramos qué podemos hacer para que los niños sientan interés por los libros, y por qué, ahora más que nunca, debemos fomentar la capacidad lectora de nuestros alumnos desde los primeros años.
La lectura es la base del aprendizaje en la escuela
La digitalización ha llegado para quedarse. Los adolescentes tienen cada vez más problemas de atención, se muestran impacientes y ansiosos y quieren resultados y satisfacción rápida y sin esfuerzo. Esto contrasta totalmente con la forma de aprendizaje tradicional y, a menudo, crea adultos frustrados que no ven cumplidas sus expectativas. Sin embargo, en nuestras manos está trabajar con los niños en el aula cuando son pequeños y aportar nuestro granito de arena para que adquieran hábitos saludables como la lectura, que además de ser la base del aprendizaje es una fuente de bienestar emocional que les reportará grandes beneficios.
En las escuelas infantiles se pueden trabajar muchos aspectos que desarrollen la lectoescritura, que es clave para tener éxito académico durante los años venideros. Pero, ante todo, las actividades deben ser eminentemente lúdicas. El juego es la herramienta más eficaz para el aprendizaje durante los primeros años, y tiene un papel fundamental en temas tan importantes como la lectura y la escritura. Mediante el juego el niño se predispone positivamente hacia el aprendizaje. Sentar las bases de la lectoescritura debería ser una de las patas del proyecto educativo de los centros, así como la continuidad de lo que se aprende en el aula en cada hogar. Para ello es necesario involucrar a las familias en esta labor. Pero, ¿qué podemos hacer en nuestro centro educativo para generar el amor por los libros?
- Hacer de la lectura una actividad transversal. Cuentos, canciones, rimas… las actividades lectoras no son únicas, sino que pueden ser tratadas de distintas maneras, de forma que alcancen todas las áreas del conocimiento. ¿Podemos conocer las estaciones y usar un cuento para ello?
- Biblioteca en el aula y la visita guiada a las bibliotecas. Que los niños se acostumbren a los libros, cogerlos, hojearlos… hace que aumente su interés por la lectura. La variedad es importante y si no tenemos muchos recursos, podemos organizar una visita a una biblioteca cercana. A los peques, ¡les encantará!
- Realiza actividades de animación a la lectura: los cuentacuentos o la recreación de historias son muy potentes para despertar su interés.
- Invitar a los padres a realizar actividades de lectura. Incluir a las familias en el fomento de la lectura en el aula es siempre un acierto. Proponles que colaboren, los niños lo agradecerán.
- Léeles en alto. Los niños, al escuchar una historia y más si es teatralizada, pondrán toda su atención y les ayudará a mejorar sus habilidades lingüísticas. A leer se aprende primero escuchando. Con esta actividad los niños aprenden palabras con mayor rapidez, mejoran en comprensión y activan su cerebro, ayudando a que adquieran más fácilmente el lenguaje.
- Adaptarse a cada edad. En los primeros meses los niños atienden más a la sonoridad que al contenido de lo que escuchan. Es el momento de contarles cuentos con rimas sencillas que se repitan. De esta forma, van adquiriendo la estructura del lenguaje: las pausa, el ritmo… de la lengua.
- Incluye la lectura en la rutina diaria. Las rutinas permiten que los niños adquieran hábitos, por esta razón es importante dedicar un espacio diario a la lectura en el aula.
- Libros de imágenes. Los cuentos que no tienen textos permiten que podamos trabajar aspectos como la observación, el análisis, la interpretación de los signos y significados que contienen. De esa manera permite trabajar conceptos abstractos. Leer un cuento de imágenes fomenta la comunicación y la imaginación, así como la expresión de las emociones.
- Comunicar a los padres la importancia de leer. Transmitir a las familias la importancia de leer a sus hijos es fundamental para que este hábito se mantenga en el tiempo. En esta etapa, la participación e involucración de los padres es clave y como educadores debemos trasladarles que su apoyo es determinante para que sus hijos se conviertan en lectores el día de mañana. Según el Ministerio de Educación, aquellos niños que han sido estimulados en los primeros años poseen 21 puntos más en la evaluación que se les hace en Primaria que los niños que no han sido estimulados. Así, si los niños ven que los padres leen les estimulará para seguir leyendo.
Leer estimula la inteligencia, la imaginación y la creatividad de los niños y si trabajamos con ellos desde los primeros años en actividades que fomenten el amor por los libros será más fácil y natural que continúen leyendo según crecen.
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