Extraescolares: ¡jugar y divertirse al mismo tiempo!
Aprender jugando es clave en los primeros años
Al empezar el curso, muchos padres se plantean llevar al niño a actividades extraescolares después del horario escolar, ya que es muy enriquecedor para los niños y supone un complemento educativo. En los primeros años, estas actividades deben ser principalmente lúdicas y mejor si se pueden disfrutar en familia, de esta manera podéis reforzar vuestro vínculo y divertiros mientras los niños aprenden. También es importante tener en cuenta que los niños deben tener tiempo para jugar libremente y deben descansar lo suficiente para desarrollarse adecuadamente. Tener en cuenta el ritmo de cada niño es clave para que las actividades que haga sean provechosas.
Actividades para disfrutar en familia
Antes de los tres años los niños no tienen criterio para elegir una actividad u otra, son los padres los que deben elegir aquellas tareas que padres e hijos puedan compartir. Antes de valorar una u otra actividad conviene preguntar al responsable por la metodología que va adoptar para ver si cumple tus expectativas y crees que el niño la disfrutará. Pero, ¿cómo acertar?
- Busca una actividad atractiva, que le genere interés. En los primeros años, las actividades musicales, de baile o de juegos son las más indicadas.
- Ten en cuenta el horario y si este se adapta a vuestro ritmo. El niño tiene que estar descansado para que disfrute plenamente.
- Participa con tu hijo de sus logros y anímale. Ten en cuenta que debes tener en cuenta los intereses del niño, ya que si disfruta desarrollando habilidades mejorará su autoestima y tendrá una actitud positiva hacia el aprendizaje.
- Si ves que el niño se muestra cansado, malhumorado o nervioso, se queda dormido en cuanto tiene oportunidad o por el contrario está tan excitado que le cuesta conciliar el sueño hay que plantearse reducir sus tareas.
- Alrededor de los cuatro años el niño comienza a reconocer si una tarea le gusta o no y comenzará a mostrar interés. Tenlo en cuenta para decidirte o no por un determinado tipo de actividad.
Una actividad para cada niño
- Si el niño es tímido o introvertido. Elige una actividad de grupo, ya que le ayudará para ir relacionándose con sus iguales y vencer, poco a poco, sus temores y miedos. Evita las actividades competitivas. Inclinarse por el baile puede ser una buena elección.
- Para niños nerviosos, les conviene realizar actividades donde puedan vencer cierta tensión. Las artes marciales o la natación son actividades con las que pueden disfrutar.
- Si el niño es perezoso conviene dirigirle a actividades individuales en las que tengan que esforzarse. Tocar un instrumento, practicar esquí, patinar o pintar… son actividades que requieren dedicación y según sus intereses pueden venirles bien.
- Si al niño le cuesta relacionarse, una actividad de equipo puede ayudarle. Deportes como baloncesto, futbol, voleibol… son prácticas adecuadas con las que pueden aprender a ser parte del equipo.
