Gafas de sol: desde cuando se deben llevar
Proteger los ojos de los rayos ultravioleta
El efecto de los rayos ultravioleta también se puede dejar sentir en la vista si no se toman las precauciones necesarias. Cuando se habla de protección solar, normalmente todos nos centramos en la piel ya que es un órgano muy extenso que recubre todo el cuerpo y que está expuesto a los rayos ultravioleta durante mucho tiempo en verano. Sin embargo, también existe una zona pequeña, pero muy sensible, a la que solemos prestar menos atención: los ojos.
Usar gafas desde los primeros meses
Los rayos de sol pueden ser muy dañinos para los ojos de los bebés. Por esta razón, los especialistas recomiendan el uso de gafas de sol incluso desde los 6 meses de edad. Es una forma muy adecuada de proteger la delicada piel que rodea los ojos y prevenir, a largo plazo, problemas como el desarrollo de cataratas, degeneración macular o pérdida de visión asociada a la edad. Los expertos señalan que del daño producido por la radiación solar que una persona sufre a lo largo de su vida, entre un 50 y un 80% sucede durante la infancia y la adolescencia.
Se hace necesario, por tanto, poner especial atención al cuidado de los ojos durante el verano. Sobre todo para aquellos niños que tienen los ojos claros, debido a que sus ojos absorben más la radiación solar. La Asociación Española de Pediatría (AEP) incluye entre las medidas de protección solar el uso en niños de gafas de sol con un filtro adecuado y de una gorra con visera ya que se ha demostrado que la exposición prolongada a los rayos del sol sin protección puede causar problemas oculares y en verano el nivel de radiación ultravioleta es “hasta tres veces superior que durante el invierno”.
Pero, ¿desde cuándo se deben llevar gafas de sol? Los especialistas señalan que a partir de los seis meses de edad se pueden y deben llevar gafas para protegerse del sol. Y a esta edad, existen modelos adaptados que se ajustan con una banda de neopreno con un velcro para que se ajuste a la perfección a la cabeza del bebé. Esto les hace que sean muy cómodas y seguras para los bebés.
Gafas que cumplan la normativa
Las gafas deben estar homologadas. Esto es, deben incluir en la etiqueta o en la documentación que acompañe la compra la certificación de que cumple la normativa europea, que protege contra los rayos UV y el tipo de filtro que proporciona. Los pediatras recomiendan que los niños lleven filtros de categorías 3 o 4 para los niños. El uso de gafas no homologadas puede causar mareos y dolores de cabeza, además de provocar daños en su vista a largo plazo.
El uso de gafas de sol debe ir acompañado de otros cuidados:
- No se debe exponer de forma directa a los bebés a los rayos de sol, principalmente en las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 16:00 horas).
- Los gorros o sombreros con visera ayudan también a proteger la delicada zona de los ojos.
- El bebé debe ir con ropa fresca y suelta, que no se ciña al cuerpo.
- Procurar mantener a los bebés a la sombra, mejor que bajo una sombrilla, ya que esta suele dejar pasar parte de las radiaciones solares.
- No descuidarse, la arena, el agua, el asfalto y la nieve reflejan muy bien la luz del sol, por lo que conviene llevar gafas incluso si se está en la sombra.
- Incluso en los días nublados conviene llevar gafas de sol. La presencia de nubes finas permite el paso de los rayos ultravioleta.
