Gestos: el lenguaje de los bebés
¿Te ha señalado un bebé algo insistentemente y no has sido capaz de entender lo que quería? ¿Te ha sorprendido cuando tu pequeño se pone a llorar y no entiendes el motivo? Todas ellas son experiencias comunes que han vivido quienes están rodeados de niños que aún no hablan. Hasta que aparece el aprendizaje lingüístico, los bebés tienen que hacérselas entender cómo pueden para conseguir aquello que quieren y los gestos son el lenguaje que ellos utilizan para comunicarse con los demás y expresar sus deseos y sentimientos.
Durante meses, incluso años, los bebés no pueden expresar aquello que tienen en su mente y al no poder expresar sus necesidades se frustran y lo mismo ocurre con las personas que los cuidan y atienden. El papel de los padres para que sus hijos adquieran destreza no verbal para comunicarse es esencial. Además, diversos estudios han comprobado que la riqueza gestual es predictor de un mejor vocabulario y como consecuencia facilita una mayor preparación para la escuela.
Los niños, según los investigadores, no comienzan a comunicarse por gestos hasta cerca de los diez meses de vida. Según un estudio de la Universidad de Chicago, publicado en la prestigiosa revista científica Science los gestos pueden jugar un papel indirecto en el aprendizaje del lenguaje si se da una buena intervención de los adultos. Es decir, ya se sabe que hablar al niño a menudo es bueno para su aprendizaje, y si además, cuando señala algo le vas nombrando el objeto por su nombre el niño va ampliando su vocabulario.
En 1982, Linda Acredolo y Susan Goodwyn, psicólogas expertas en desarrollo infantil de la Universidad de California, en EE. UU., ya habían descubierto que los bebés usan de forma espontánea gestos simples para nombrar aquello que no pueden decir. Fue entonces cuando comenzó el Programa de Comunicación Gestual que con más de treinta años de experiencia han mostrados los beneficios para el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños. El objetivo de este programa es dotar al niño de un medio para comunicarse antes de que comiencen a hablar. Lo que ha demostrado la puesta en marcha en marcha de este tipo de programas es que la comunicación gestual refuerza el desarrollo del lenguaje y no lo obstaculiza y como otros programas de estimulación, es sumamente beneficioso en el periodo de 0 a 3 años. Hay que tener en cuenta, que en estos primeros años es cuando se producen los principales desarrollos físicos, cognitivos y socioemocionales de los niños, además es el periodo de máxima conexión y plasticidad neuronal, aparece le lenguaje, se desarrolla la motricidad gruesa y fina, la coordinación y la memoria. Además, es en estas edades tempranas cuando se sientan las bases de la autoestima y de la confianza en sí mismos.
Los resultados de los trabajos científicos han demostrado que los niños que usan gestos para comunicarse aprenden antes a hablar. Por lo tanto, siempre que un bebé quiera comunicarse, anímale a que te diga o indique lo que quiere y háblale siempre que sea posible, estarás ayudando a que cuando llegue el momento tenga un lenguaje más rico y variado y su comprensión sea mayor.
Volver