Gestos y lenguaje: su relación en los bebés
Antes de hablar, los niños gesticulan
¿Apunta tu bebé cuando quiere algo que le ha llamado la atención? ¿Te indica con la mano que quiere comer? Mucho antes de que empiecen a hablar, los niños aprenden a comunicarse mediante gestos. Cuanto más claros sean estos, más fácil será para el pequeño tener recursos lingüísticos más adelante y mejor será su rendimiento en sus primeros años de escolarización.
Aunque algunos niños son más expresivos que otros, los padres o cuidadores principales tienen un papel clave para ayudar a que los pequeños desarrollen más su lenguaje y tengan mayor vocabulario. Los estudios han demostrado que los niños que empiezan a hacerse entender cuando tienen unos 15 meses, pasados 3 años tienen un vocabulario más rico que los que apenas gesticulan. Además, estudios sobre el rendimiento de los niños en la escuela han constatado que la riqueza verbal es una buena forma de medir el éxito escolar en la etapa de infantil y los primeros años de primaria.
Los padres podemos actuar para fomentar el lenguaje de los bebés
Pero, ¿qué podemos hacer los padres para que los niños se vean beneficiados por esta asociación entre gestos y lenguaje? Interactuar con ellos, hablarles y, sobre todo, usar frases complejas. Todo ello, permite que los niños adquieran un mayor vocabulario a edades más tempranas.
Lo que los expertos han detectado mediante sus investigaciones es que, a más gestos, más palabras. Los gestos se usan a menudo para expresar necesidades, sensaciones… y comienzan a realizarlos sobre los diez meses, aunque son más evidentes hacia los 15 meses. Pero lo que marca la diferencia entre unos niños y otros es cómo actúan los padres o los adultos ante los gestos. Cuando el niño señala un objeto y el adulto le dice “Sí, es un tractor”, el niño incluye esa palabra en su vocabulario. Además, estas situaciones se hacen más complejas y relacionadas cuando el niño usa las manos para hacerse entender, como cuando señala que está contento, que tiene hambre… y usa los gestos de forma más elaborada, ya que aún no puede formar frases.
Gestos y lenguaje se van desarrollando de forma paralela. Sin embargo, los gestos aparecen desde los primeros meses de vida en una etapa que se llama prelingüística para comunicar necesidades y expresar sentimientos, así como para vincularse con otras personas y su entorno. Los gestos más habituales surgen de forma espontánea en torno a los diez meses de vida del bebé, son los llamados gestos deícticos, porque usan los dedos para mostrar, apuntar, dar y recibir. Jean Piaget, psicólogo suizo y uno de los grandes estudiosos del desarrollo infantil señalaba que a esta edad aparecen los “gestos de ejecución”, en los que los bebés observan un objeto de forma insistente para mostrar que les interesa o dan un objeto al adulto porque les interesa. Son todos ellos gestos que se reducen a pedir y enseñar, a dar algo o apuntar; pero que son una parte muy importante del desarrollo simbólico y que facilitan el aprendizaje lingüístico.
Programas de comunicación gestual
Hoy en día existen programas de comunicación gestual que enseñar a los bebés a comunicarse. En Estados Unidos, se conoce como método “Baby Signs” y lleva utilizándose desde hace más de tres décadas con gran éxito. Aquí en España, aunque no está tan extendido también hay personas que se forman en este método, ya que de forma sencilla el niño aprende a comunicarse y es una estimulación que resulta muy beneficiosa: reduce la frustración, aumenta la confianza y ayuda al desarrollo cognitivo, ya que trabaja los dos hemisferios del cerebro al mismo tiempo.
