¿Ha llegado el momento de dejar los pañales?
Con la llegada del buen tiempo son muchos los padres que se deciden a dar uno de los pasos más importantes en la independencia de sus hijos: la retirada del pañal. Muchas de nuestras madres y abuelas nos sorprenden diciéndonos que retiraron el pañal alrededor del año de edad, entonces no existían los pañales desechables y se tendía a adelantar este momento, en numerosas ocasiones antes de su debido momento, con tal de eliminar el engorroso lavado continuo que suponían los pañales de tela. Hoy, los expertos consideran que la edad más propicia para la retirada del mismo es entre los dos y los tres años y son muchos los pediatras que desaconsejan su retirada antes de los dos años.
Cada niño es diferente, pero por regla general se puede decir que las niñas suelen dejar antes el pañal y los segundos hermanos respecto a los primogénitos, debido al hecho de que aprenden por imitación de los mayores. Lo importante es respetar el ritmo de tu hijo y tener en cuenta si el niño da señales de estar preparado para aprender a ir al baño solito. Pero, ¿cómo podemos saber si ha llegado el momento?
Existen ciertas señales que muestran que el niño está maduro neurológica y físicamente. No tienen que darse todas ellas para que tu hijo esté listo para dar el salto.
- Le molesta sentir el pañal sucio y se lo quiere quitar o te indica que quiere ir al baño.
- Antes de hacer pipí o caca anuncia lo que va a ocurrir, lo dice si tiene vocabulario o bien se agacha o imita el movimiento de ir al baño.
- Aguanta tres o cuatro horas sin hacer pipí. A veces le quitamos el pañal seco, esto nos indica que los músculos de la vejiga van cogiendo fuerza.
- Nombra el pis o la caca haciendo referencia a sus excrementos.
- El control de esfínteres suele darse después de un desarrollo físico y emocional. El niño ha ganado equilibrio, puede incluso correr. Entiende órdenes sencillas y ha ampliado su vocabulario.
Ten en cuenta que pese a todo lo dicho la retirada del pañal es un momento emocional muy importante en la vida del niño. No le presiones, porque podría ser contraproducente y comienza el proceso en el momento oportuno. Tú conoces a tu hijo y sabes si es un momento relajado para quitarlo. En momentos de cambio o inestabilidad para el niño no conviene iniciar la retirada. El comienzo del curso escolar, la llegada de un hermanito o un cambio de casa son momentos de inestabilidad poco propicios.
Una vez que todo está listo, prepárate para la ocasión:
- Compra un orinal
Muchos niños les da miedo la taza del váter, es muy grande para ellos y no se sienten seguros. Por eso, para empezar, conviene usar un orinal. Busca uno que sea cómodo y agradable y sitúalo donde el niño pueda verlo.Algunos niños quieren decorarlo o ponerle pegatinas, déjale. Es bueno que lo vea como algo suyo.En el caso de los niños es mejor que primero aprendan a hacer pis sentaditos. Es una postura más cómoda y segura para ellos, al menos al principio. - Crea una rutina
Intenta que se siente siempre a la misma hora en el orinal, aunque no tenga ganas de hacer sus necesidades. Como a veces es difícil que los niños aguanten sentados más de unos pocos segundos, acompáñale y aprovecha para hablar con él o contarle un cuento. Lo importante es que vaya acostumbrándose a estar en el orinal. Si el niño no quiere, no le fuerces. Déjalo donde él pueda verlo y deja que sea el mismo el que lo acepte de nuevo. - Invierte en braguitas o calzoncillos
Los primeros días tendrá muchos accidentes. No exageres cuando el niño tenga ‘escapes’ e intenta llevarlo con humor. El control de esfínteres es un proceso de aprendizaje largo, muy variable de unos niños a otros. Por lo que ármate de paciencia, todos los niños acaban aprendiéndolo. - Enseña al niño cómo se hace
Es bueno que vea a sus padres o hermanos hacer pis o caca y enseñarle que es una cosa natural. Los niños aprenden por imitación, por eso a los niños que tienen hermanos mayores les resulta más fácil aventurarse a hacer pis o caca antes. Pero si tu hijo es único o el mayor, no pasa nada. Los padres son, una vez más, ejemplo para su aprendizaje. Muéstrale el proceso completo y déjale que tire de la cadena. Si le haces partícipe es más fácil que quiera intentarlo. - Cuando lo consiga él por sí mismo, halágale y despídete de sus excrementos
Frases como “Adiós caca, ya no te necesitamos” ayudan a aceptar psicologicamente el proceso y le hacen aceptarlo de una manera natural.