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Introducir la educación musical en la Escuela Infantil

Bebés con instrumentos musicales infantiles

Un desarrollo cerebral espectacular
Durante los tres primeros años de vida el desarrollo del cerebro alcanza un ritmo de crecimiento espectacular. Son numerosos los estudios que afirman que lo que aprende el cerebro en estas edades deja una huella que se deja sentir muchos años después en el desarrollo de una persona. Algunas enseñanzas, entre las que se encuentran los idiomas y la música, cambian la estructura del cerebro que está creciendo, dotándolas de mayor plasticidad y creando conexiones neuronales nuevas que hacen que el cerebro de desarrolle más.

Estimular el oído, clave para el habla
El sentido del oído es uno de los sentidos que primero se desarrolla. Se calcula que alrededor del cuarto mes de gestación, el feto comienza a percibir la reverberación de la voz materna a través de la membrana que rodea el útero. Se trata de la primera comunicación preverbal que involucra sonido, música y movimiento y que provoca respuestas motrices en el bebé en función de la intensidad del sonido que escucha. Por eso, desde que los bebés nacen se puede trabajar para perfeccionar el oído, y se sabe que escuchar música provoca una reacción en el cerebro de los bebés. Conscientes de este enorme poder de la música, muchos docentes de Educación Infantil trabajan con los niños a través de canciones, sonidos… Es una implantación que se hace en muchas Escuelas Infantiles y que sin duda supone un plus educativo para aquellas escuelas que incorporan la enseñanza musical en sus proyectos educativos.

Las Escuelas Infantiles apuestan por la enseñanza musical
Las escuelas, así como muchos padres, son cada día más receptivos y saben de la importancia de la música en estos primeros años y acogen con interés los proyectos musicales de los que forman parte en muchas escuelas. Poseer un proyecto donde se estimule la educación musical redunda en el bienestar y en el buen desarrollo de los niños. Los expertos señalan que el aprendizaje a través de la música aumenta la autoestima, la perseverancia, el optimismo y contribuye al desarrollo integral de la persona. Además, el aprendizaje musical hace trabajar al cerebro simultáneamente en los dos hemisferios e involucra habilidades sociales, cognitivas, motoras, auditivas y emocionales que afectan varias áreas del cerebro.

 
Actividades para realizar en la Escuela
Poner música a un bebé mientras está jugando es, además de placentero, muy beneficioso para su desarrollo intelectual y social. Los bebés que juegan a seguir el ritmo de la música mejoran sus habilidades cognitivas. Al igual que la música, el habla responde a patrones rítmicos, por eso desarrollar la capacidad de predecir esos patrones puede ayudar al niño a aprender a hablar más rápidamente. Por todo ello, se debería apostar por introducir la enseñanza o al menos las actividades musicales dentro de las rutinas diarias que se llevan a cabo en las Escuelas Infantiles. Tengamos o no implantados en nuestro proyecto educativo la enseñanza musical, podemos usar la música en el día a día de nuestra escuela. ¿Cómo?

  • Rutinas, mejor con música. Los niños reaccionan muy bien a hacer labores rutinarias con música. Las canciones para recoger, para empezar o terminar una actividad… La música nos puede ayudar a realizar las rutinas diarias y a hacer más predecible lo que se espera de ellos, por lo que se convierte en una forma de aprendizaje muy potente.
  • Introduciendo en el aula la percusión. Tambores, panderetas, marcas o claves… son instrumentos muy útiles para enseñar a los niños patrones rítmicos y los tiempos. De esta forma estás ayudando a desarrollar su oído musical. También se puede usar la percusión de nuestro propio cuerpo (palmas, golpe el pecho…) ¡A los bebés les encanta!
  • Jugar a identificar sonidos y voces. Poner la atención en distintos sonidos que tenemos interiorizados, pero que forman parte de nuestro día a día. Un coche que pasa, la sirena de una ambulancia, el ladrido de un perro o el sonido que hace un avión cuando nos sobrevuela. Estas llamadas de atención hacia sonidos cotidianos permiten que los bebés realicen conexiones y refuercen su memoria.
  • Actividades que incluyan la música y el movimiento. Moverse al ritmo de la música, con suaves movimientos repetitivos, es un ejercicio muy bueno para reforzar sus habilidades motoras gruesas al mismo tiempo que se trabaja el sentido del ritmo.
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