La alimentación del bebé: cómo establecer una rutina
Por qué establecer una rutina de alimentación
Implantar una rutina de alimentación del bebé es clave para que el niño crezca y se desarrolle correctamente. La forma de alimentarlo, qué debe tomar y cuándo son las primeras decisiones que se deben tomar como padres.
Cuando comenzar a implantar las rutinas
Las rutinas se pueden establecer desde el nacimiento, igual que se establecen para las horas de siesta, baño e higiene. Si bien es verdad que el bebé comienza a tener noción de una repetición de actividades desde los tres meses. La primera rutina que se establece es la de la comida, aunque variará de unas familias a otras según el tipo de alimentación que lleve el bebé: con lactancia o leche artificial. Las rutinas aportan orden al bebé y benefician también a los padres, ya que les permite organizarse. En todo caso, para llevar una rutina de forma correcta es necesario seguir las indicaciones del pediatra y consultar con él las dudas o inquietudes que puedan surgir. Además, cuando se introducen nuevos alimentos hay que estar atentos a sus reacciones para detectar cuanto antes cualquier tipo de intolerancia alimentaria.
Te contamos por qué es beneficioso establecer una rutina de alimentación:
- Las rutinas aportan seguridad. Conocer de antemano horarios o rutinas le ayuda a saber qué vendrá luego y así ganará en confianza.
- La rutina de alimentación ayuda a organizar los procesos biológicos de su sistema gastrointestinal y su nutrición. Es beneficioso para regular el estreñimiento.
- Tener una buena rutina y control de los alimentos permite identificar mejor qué está comiendo y detectar más deprisa si existe alguna intolerancia o alergia.
- Además, para los padres facilita dejar a familiares o cuidadores que alimenten al bebé en su ausencia.
Cómo empezar a establecer la rutina
Para empezar a establecer un hábito en alimentación hay que tener en cuenta que existen tres tipos de horarios. El primero lo pueden marcar los padres, el segundo el bebé y el tercero sería un horario mixto. Esta es la forma de explicarlos:
- Si el horario es marcado por los padres
Cuando son los padres los que establecen el horario, éste suele ser más rígido. Son padres ordenados que suelen establecer horarios para otras actividades como el sueño, el baño, el juego. Para establecerlo, pueden consultar con el pediatra o seguir el ritmo natural del bebé. Lo ideal es que se mantenga en el tiempo y ser constante. En todo caso, conviene recordar que los bebés deben comer al menos cada cuatro horas. - Si el horario lo marca el bebé
Para establecer esta rutina, los padres se guían por el comportamiento del bebé. Observan sus necesidades y adaptan los horarios a lo que el bebé necesita. - Combinar horarios
Es una mezcla de los dos horarios. Los padres siguen la rutina establecida para comer, dormir y jugar, pero los horarios pueden variar por circunstancias. Una actividad que hace que algunos días el sueño se retrase una hora, por ejemplo.