Leer en vacaciones: clave para convertir la lectura en hábito
Fomentar el amor por los libros desde antes de empezar a leer
Aunque la mayoría de los padres sabemos o intuimos que la lectura en verano es muy beneficiosa para los niños, la gran cantidad de estímulos que tenemos en esta época del año, el calor y el estar fuera del ambiente del hogar hace que muchas veces no se insista en que los niños lean durante las vacaciones y se abandonen las rutinas que tenemos el resto del año. Te contamos algunas formas de mantener vivo este hábito y cómo aplicarlo en verano, para que el niño no pierda el interés en la lectura, y si ya ha empezado a reconocer letras y sonidos, siga desarrollando este beneficioso aprendizaje. El interés de la lectura se puede empezar a fomentar desde los primeros meses, no es necesario que el niño ya haya comenzado a leer para generarle curiosidad y ganas de aprender.
Los libros, grandes compañeros de viaje
Los viajes, sobre todo si son largos, son un buen momento para echar mano de los cuentos y libros que resulten más atractivos para los niños. Los libros son una buena forma de amenizar el recorrido, porque les entretienen y, además, son una manera de fomentar la imaginación. Sacar temas sobre la narración, las ilustraciones, aprender vocabulario, fomentar el habla haciendo sonidos… gracias a los cuentos y a los libros contamos con una fuente inagotable de entretenimiento. Recuerda siempre llevar títulos y formatos adaptados a su edad. Incluso hay libros que solo tienen dibujos que podéis comentar entre los dos, intentando narrar una historia a través de las ilustraciones.
Solo tienes que tener en cuenta que algunas personas se pueden marear en un vehículo en movimiento. Si es el caso de tu hijo, puedes leer tú y que él siga la historia a través de los dibujos. ¿Lo has probado?
La lectura, un juego más
¿Qué mejor momento para fomentar el juego y el disfrute que durante el verano? Cuando hablamos de fomentar la lectura hay que tener en cuenta que la idea de leer en verano se debe entender como una actividad lúdica, no como una obligación. La lectura es ocio y disfrute y puede ser una buena manera de realizar una actividad en familia.
Para ello, se pueden hacer actividades de lectura diferentes. Como inventarse un cuento y luego grabarlo con el móvil para que lo pueda escuchar siempre que se pueda (escuchar las voces grabadas será un descubrimiento para él). Lo podéis contar entre los dos y luego escucharlo juntos y hablar sobre ello. También puedes seguir la historia a través de las ilustraciones mientras uno de los dos hace de narrador.
También se puede aprovechar el tiempo que pasamos al aire libre para hacer alguna actividad donde se incluyan los libros, como un mercadillo de libros, hacer un teatrillo imitando algún personaje de un cuento o leer en un sitio especial, como encima de un árbol pequeño o de una roca. ¡Siempre es una buena ocasión para recurrir a un libro!
Hacer de la lectura un reto
Algunas iniciativas llevadas a cabo en otros países han puesto de manifiesto que poner a los niños un reto a principios de verano sobre cuántos libros o cuentos son capaces de leer en ese periodo ha dado buenos resultados, incitando a que los niños leyeran más. Es una forma de crear emoción e incitar la superación, siempre y cuando sea un objetivo alcanzable y adaptado a las habilidades y capacidades de cada niño. Para conseguirlo, se recomienda dar una pequeña recompensa al niño al acabar cada libro y un diploma siempre que cumpla el reto. Así se refuerza el hábito de la lectura a la vez que la autoestima de los peques. Este tipo de iniciativas, que empezaron en Reino Unido y que se ha reproducido con éxito en Estados Unidos, se pueden llevar a cabo de forma más modesta en el hogar y lograr que, poco a poco, el niño tenga más interés por la lectura. Y tú, ¿qué haces para que tu hijo tenga interés por los libros?