Mañanas con niños: cómo evitar el caos
Organización y rutinas, imprescindibles para empezar bien el día
Suena el despertador y comienza un frenético día para llegar a tiempo a la escuela infantil y poder empezar la jornada laboral. Cuando hay niños pequeños en el hogar y se quiere llegar puntual la cosa se complica. Toca vestirles, hacerles el desayuno, preparar el almuerzo… Pero con un poco de organización podemos convertir este momento del día en un momento para empezar tranquilamente nuestra jornada. ¿Cómo? Preparándonos todo lo que podamos el día anterior, acostándonos pronto y levantándonos con tiempo suficiente. Como en otras ocasiones, la rutina es nuestra mejor aliada.
Usar un calendario para planificarse
La hora de despertarse suele ser caótica porque todo se pretende hacer de forma acelerada. La organización es la única premisa que nos permite ahorrar tiempo en las tareas básicas y evitar imprevistos habituales. ¿Cómo nos podemos organizar? Empezar por realizar un calendario semanal de lo que necesitan cada día de la semana es el punto de partida de cualquier tipo de planificación. Saber si tienen alguna actividad diferente, si hay una excursión, qué merienda deben llevar o que desayuno darles. Todo lo que podamos anticipar con tiempo será de gran ayuda para que todo salga a pedir de boca.
Te contamos algunas claves para hacer de las mañanas un momento llevadero. ¡Toma nota!
- Prepara todo lo que puedas el día anterior. Dejar la mesa puesta del desayuno, preparar la ropa del día siguiente y hacer la mochila. Son tres sencillos gestos que nos ahorraran sin duda mucho estrés por la mañana.
- Llevar una buena rutina de sueño. Acostarse pronto y levantarse temprano debería ser la norma. No es fácil levantarse si no se ha descansado lo suficiente. Además, dormir lo necesario favorece el aprendizaje, el crecimiento y el desarrollo infantil.
- Establecer rutinas diarias. Levantarse, lavarse la cara, vestirse, desayunar, lavarse los dientes, revisar la mochila y al cole. Si conseguimos hacer los mismos pasos todos los días y en un orden, los niños aprenderán pronto a seguir el camino sin rechistar. Además, con el tiempo conseguirán ir haciendo las cosas por sí mismos, lo que les dará confianza en sí mismos y ganarán en autoestima.
- Despierta al niño de forma suave, sin brusquedades. Un mal despertar puede arruinar cualquier mañana por muy organizados que estéis. Para ello, conviene levantar al pequeño sin prisas, ni gritos, y con grandes dosis de afecto.
- Hacer un repaso de todo lo que debe llevar: merienda, chaqueta, mochila…
Todo ello podemos lograrlo si como padres nos levantamos con tiempo suficiente para vestirnos, desayunar y preparar tranquilamente lo que los niños necesitan. Poco a poco, con el tiempo, podemos dejar que hagan sus propias tareas: preparar la mochila el día anterior, dejar que se vistan… Así ganarán poco a poco autonomía y confianza. ¡Pruébalo!
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