¿Me lo cuentas otra vez? Por qué a los niños les encanta repetir una y otra vez
Cuentos repetidos para tener más seguridad
Lo piden una y otra vez. Y no solo quieren escuchar lo mismo, también es importante que todo ocurra de la misma forma, hasta el mínimo detalle. Cuando hay cambios en la historia, los niños a veces protestan e incluso pueden llorar. ¿Por qué? Te contamos por qué es importante para los niños escuchar la misma historia, qué beneficios tiene para ellos la repetición y cómo los adultos debemos actuar ante sus peticiones.
Los rituales son claves para el desarrollo psicológico de los niños
Los niños disfrutan cuando les contamos el mismo cuento o ven una película una y otra vez. Los cuentos forman parte del ritual que muchos pequeños tienen a la hora de ir a dormir. Pero no solo quieren el mismo cuento, debe contener los mismos detalles: todo debe ocurrir siempre de la misma forma, tal y como él la recuerda en su relato interno. Los rituales son una parte muy importante del desarrollo psicológico de los niños. Les proporciona estructura, seguridad y un entorno de pertenencia tanto a los pequeños como a sus familias. Los rituales van más allá que una simple rutina, son puntos de anclaje que permiten que los niños afronten el mundo con confianza y les ayuda a superar sus temores.
Los rituales son parte de un proceso que trata de establecer patrones que los niños pueden anticipar. Esta previsibilidad es crucial para el desarrollo de su confianza y seguridad emocional. Y los cuentos forman parte inequívoca de este proceso al incluirse dentro de las acciones que los niños necesitan que se repitan: bañarse, ponerse el pijama, cenar… La repetición diaria de estas acciones conforma un guion que les da un sentimiento de control del mundo que les rodea.
Desde el punto de vista psicológico, los rituales proporcionan:
- Seguridad y estabilidad emocional. Proporcionan una sensación de estabilidad en la vida de los pequeños. Al saber que todo ocurrirá en el mismo orden de todos los días les ayuda a sentirse seguros y a comprender que el mundo es un lugar predecible. La estabilidad es esencial para desarrollar una autoestima saludable y una herramienta para manejar el estrés.
- Regulación emocional. Los niños experimentan las emociones de forma muy intensa: miedo a lo desconocido, ansiedad ante la separación… Aunque escuchen historias donde pueden experimentar emociones intensas, como saben que acabarán bien, van desarrollando su capacidad para dominar y regular sus emociones. Los rituales son esenciales para que los niños vayan poco a poco identificando y expresando sus emociones de forma adecuada. Por ejemplo, un ritual de despedida en la puerta de la escuela puede ayudar a un niño a manejar la ansiedad de la separación, mientras que un ritual de buenas noches puede proporcionar una sensación de cierre y seguridad antes de dormir.
- Una herramienta frente al miedo. Los cuentos son muy útiles para ayudar a los niños a superar sus temores: a través de las historias (personajes que consiguen vencer sus miedos, animales que hablan, monstruos…) pero también a través de la repetición. El hecho de que los niños sepan en la historia qué va a suceder contribuye a que el miedo desaparezca.
- La repetición proporciona placer. Cuando repetimos conductas en distintas actividades como escuchar música, hacer deporte… se produce una anticipación que activa los centros del placer del cerebro. Esto se ve claramente en las películas: cuando sabemos que pase lo que pase al final ganan los buenos y podemos anticipar este final disfrutamos más. No solo es que queremos que acabe bien, sino que lo necesitamos. Esta repetición de un final feliz es placentera.
En definitiva, la repetición de historias es una necesidad y un placer para los niños. Por esta razón, padres y educadores debemos participar de estos pequeños rituales ya que dan seguridad y confianza a los niños para que afronten con tranquilidad el mundo que les rodea.
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