Música: la importancia de su aprendizaje en edades tempranas
Escuchar música aumenta el bienestar de los niños
La neurociencia lo tiene claro. La enseñanza musical desde edades tempranas fomenta la creatividad y la concentración. Los beneficios de escuchar música son muchos: el cerebro libera dopamina (hormona asociada al placer), baja la ansiedad y contribuye a tener buen humor. Balancear a un bebé al ritmo de la música, con suaves movimientos, les produce placer y les ayuda a mejorar sus habilidades cognitivas. Esto se produce porque actúa sobre su cerebro, enseñándoles a producir patrones, lo que es muy positivo para el desarrollo del aprendizaje, y tiene efectos sobre el desarrollo del lenguaje. Y si esto es solo a través de la escucha activa de la música, la enseñanza musical supone un paso más. En el aprendizaje musical interviene tanto la mente como el cuerpo, involucrando más partes del cerebro y por lo tanto multiplicando los beneficios en el desarrollo cerebral de los pequeños. Es por eso que la música es introducida en el proyecto educativo de numerosas Escuelas Infantiles, directa o indirectamente, porque que son muchas las actividades en las que la música está presente.
Aprender música afecta al desarrollo de muchos otros aprendizajes
Los estudios realizados al respecto han constatado que los niños de entre cuatro y seis años que toman clases musicales presentan un mayor desarrollo cerebral y adquieren mejores habilidades en la alfabetización, la capacidad de representación que está ligada con la abstracción y el cociente intelectual. Pero antes de los cuatro años se pueden realizar una gran cantidad de actividades para trabajar la enseñanza de la música. Canciones para realizar tareas, relacionar la música con la adquisición de determinadas habilidades, para aprender a relajarnos o para activarnos.
Sin duda, la música forma parte del día a día de los niños en la Escuela Infantil. Pero, ¿cuáles son sus beneficios?
- Ayuda a que los niños se tranquilicen. Escuchar música libera dopamina, lo que afecta positivamente al área cerebral donde se encuentras las emociones relacionadas con el placer y la motivación. Usar la música en actividades que requieran un aprendizaje les motiva positivamente a aprender. Lo cual es una ganancia para el resto de su vida. Además, es un bálsamo cuando los niños están inquietos o estresados.
- Mejora las habilidades motoras. Seguir el ritmo, moverse con desenvoltura, dejándose llevar ayuda a tener equilibrio y a ganar en coordinación.
- Ayuda al desarrollo del lenguaje. La música es en sí mismo un lenguaje que contiene un tiempo, velocidad, frases… todo ello da sentido a una pieza musical. Escuchar y trabajar la enseñanza musical permite descubrir patrones, lo que ayuda enormemente a desarrollar las habilidades lingüísticas.
- Fomenta el pensamiento matemático. Música y matemáticas están más unidas de lo que parece. Las notas siguen esquemas que responden a una duración, afinidad, silencios… todo ello favorece el pensamiento lógico-matemático.
- Ayuda a desarrollar la memoria y la creatividad. Con la música se desarrolla la memoria auditiva, gestual y visual. Además, se potencia la creatividad y la agilidad mental.
- Ayuda a mantener la concentración.
- El disfrute con las actividades musicales permiten aumentar la confianza y bienestar de los pequeños y cuando se hace en grupo fomenta las habilidades sociales.
Aprender jugando: clave para los niños en la infancia
Lo importante es saber que es necesario aprender jugando, sobre todo en los primeros años, ya que es la forma en la que los niños pequeños aprenden. Así, los niños asimilan mejor los conocimientos mientras disfrutan de la actividad.
