Niños: propuestas para que disfruten de la naturaleza
Un estímulo para su creatividad
Actualmente muchos niños crecen sin apenas contacto con la naturaleza. Bien porque viven en núcleos urbanos, bien porque los cambios de hábitos de vida nos incitan a realizar cada vez más actividades más sedentarias. El caso es que muchos niños viven alejados de los entornos naturales. Estar en contacto con la naturaleza es muy positivo para el desarrollo de los niños, ya que estimula su creatividad y les genera responsabilidad con el mantenimiento del medio ambiente. Te contamos algunas propuestas para acercar a los niños a la naturaleza y disfrutar de todos los beneficios que nos ofrece.
Observar y experimentar para disfrutar de lo natural
La llegada del buen tiempo permite que los niños se acerquen a parajes donde entrar en contacto con la naturaleza. Tocar y observar los árboles, la tierra, el agua y demás elementos naturales les estimula los sentidos y les enseña que lo natural es emocionante y muy divertido. De forma general, los niños que se han mantenido lejos de la naturaleza la perciben como amenazante o sucia… sin embargo, en nuestra mano está enseñarles las maravillas que podemos encontrar en cada pequeña cosa que observemos: flores, cortezas, insectos… todo puede ser estimulante y les puede enseñar a disfrutar del medio ambiente.
Explorar, pero con supervisión
Para conseguir que el niño lo pase bien y sea una buena experiencia debemos dejarlos explorar y animarlos si es necesario. Permíteles que se mojen, jueguen con la tierra, palos y piedras, que escalen rocas o construyan cabañas. Déjales que se pongan a prueba, bajo tu supervisión para evitar peligros innecesarios, pero dándoles permiso para probarse y superar retos.
Para ello, te damos una serie de pautas para que los niños pongan a prueba sus habilidades y disfruten del entorno natural:
- Busca espacios naturales que no sean peligrosos. Un llano donde puedan encontrar arena y agua es ideal para los más pequeños. Espacios boscosos, con pequeños riachuelos o zonas verdes. Dependiendo donde vivas, seguro que a una distancia razonable puedes encontrar lugares en los que disfrutar al aire libre. Intenta relajarte y no preocuparte si el bebé o niño se ensucia, el niño debe sentirse libre de experimentar en libertad. Lleva una muda de ropa y prepárate para el espacio al que vas a acudir.
- Incítales a realizar actividades al aire libre, pero dejando que sean ellos los que decidan los juegos libremente. Se trata de que exploren el entorno e imaginen sus propios juegos, más que los dirijas hacia un tipo u otro de actividad. Da las menos pautas posibles y limita las advertencias a situaciones peligrosas.
- Promueve el interés y el cuidado de animales. Terrarios para hormigas, conocer distintos insectos, avistamiento de aves o búsqueda de huellas… Aprovecha todas las oportunidades que te encuentres a tu alrededor: puedes visitar granjas, pueblos donde haya animales…
- Realiza un pequeño huerto dentro de tus posibilidades. Incluso en una ciudad se pueden plantar tomates, pimientos, fresas… en macetas. Es una excelente oportunidad para que los niños aprendan sobre plantas y les acerca a los productos naturales, que luego revierte en que los coman con más facilidad. Además, les enseña a observar el ciclo de la naturaleza.
- Mira al cielo. Elige una noche despejada para alejaros de la contaminación lumínica de las zonas habitadas, de tal forma que podáis observar la luna y las estrellas. Niños y mayores podréis disfrutar de un espectáculo fascinante. Si puedes, infórmate antes e intenta buscar las constelaciones más conocidas.
