Niños y autonomía: ¡deja que lo haga él solo!
La autonomía, un objetivo educativo clave para los niños
¿Es capaz de comer solo? ¿Se viste sin ayuda? ¿Recoge sus juguetes? Lograr que los niños sean lo más autónomos posible debería ser uno de los objetivos más importantes a conseguir en los primeros años de vida. Ser autónomos les enseña a resolver problemas, les da sensación de poder al realizar las cosas y tomar decisiones, por lo que aumenta la seguridad en sí mismos y afecta muy positivamente a su autoestima. El problema es que muchos padres no dejan que sus hijos hagan las cosas por sí mismos. A menudo, las prisas, la comodidad, el miedo a que se pongan en peligro hace que los padres se adelanten y quiten la iniciativa a los niños, no permitiendo que sus hijos empiecen a hacer tareas para las que ya están preparados.
Actividades cotidianas: el inicio de la autonomía
Los niños aprenden a ser autónomos realizando pequeñas actividades diarias, que pueden llevarse a cabo en el hogar, en la escuela infantil o en el colegio. Los padres, así como los educadores, deben ofrecerle el espacio necesario para que puedan poner en práctica sus habilidades y pongan en valor el esfuerzo que realizan. En este sentido, hay que recordar que no todos los niños son iguales y se desarrollan al mismo ritmo, por lo que hay que tener en cuenta su grado de madurez y ofrécele los recursos necesarios para que pueda mejorar sus habilidades. Sin embargo, los estudios han demostrado que muchos padres tienden a forzar este ritmo. El instituto Pikler, que debe su nombre a la afamada pediatra húngara que lo fundó (Emily Pikler) señala que es fundamental dejar que el bebé siga su desarrollo normal, sin intervenir directamente. Actos tan sencillos como ponerle a andar cuando aún no está preparado o ayudarle a caminar puede afectar negativamente a la confianza del niño para vencer sus propias dificultades. Esto sobre todo afecta a los niños que tienen un desarrollo más lento que la media, ya que les hace sentir torpes o dependientes, cuando solo se están desarrollando más despacio que el resto.
Cómo ayudar al niño a ser más autónomo
Lo ideal para que un niño pueda alcanzar la autonomía es que se le ofrezcan las condiciones idóneas para que pueda ejercerla de forma segura. Si el niño ha alcanzado la habilidad motora suficiente puede realizar determinadas tareas cotidianas y entonces, como padres, podemos establecer una rutina.
Te contamos cómo hacerlo con unas pautas sencillas:
- Si crees que puede realizar una determinada tarea, déjala que la haga solo y en todo momento. Es decir, no vale hoy comes solo y mañana, que tengo prisa, no.
- Explícale cómo se hace. Nadie nace aprendido y todas las acciones, por muy sencillas que nos parezcan a nosotros, requieren práctica.
- Crea las condiciones idóneas para que pueda realizar las cosas por sí mismo: coloca los objetos en un lugar al que puedan acceder, elige ropa fácil de poner, que facilite que pueda vestirse y desvestirse él solo.
- Favorece situaciones en las que resuelva los problemas él solo. Si ves que necesita un empujón, puedes echarle una mano, pero dándole la oportunidad de intentarlo.
- No le presiones o le exijas que haga algo si ves que aún no está preparado para ello. El juego es la mejor forma de conseguir que un niño haga algo que no quiere hacer. Si lo ve como un juego le divertirá y seguro que afronta el reto con ganas.
- Supervisa el resultado y elogia su esfuerzo. El niño ganará confianza y poco a poco lo incorporará a su rutina diaria.
