Ocho consejos para hacer de la comida un momento placentero
Alimentación, mucho más que tomar alimentos
Alimentarse correctamente no solo es saber qué comemos, qué cantidad y cómo debe ser nuestra dieta… es también aprender a disfrutar de la comida de forma saludable, sabiendo valorar los alimentos de forma sana, aprendiendo modales en la mesa, compartiendo la comida en familia. Establecer una relación sana con la comida es fundamental y con unos sencillos consejos podemos poner una buena base desde la infancia.
La relación entre emociones y alimentación
Existe en algunas personas una vinculación emocional entre alimentación y emociones, que puede dar lugar a trastornos alimentarios. Esto es debido a que muchos alimentos contienen triptófano, un aminoácido que provoca la liberación de serotonina. La falta de serotonina produce angustia, tristeza o irritabilidad y tener niveles altos produce bienestar, sueño, mayores niveles de autoestima, mayor concentración y mejor ánimo. Así, los alimentos ricos en triptófano actúan como antidepresivos naturales y algunas personas combaten su malestar a través de la comida. Esto es lo que hay que evitar, y desde pequeños, podemos intentar hacer una vinculación positiva con la alimentación ¿cómo? Te enseñamos algunos consejos para establecer una relación saludable con la comida. ¡Toma nota!
- Fuera dispositivos. Televisión, móviles, tablets… todo lo que es un entretenimiento para la mente consigue que los niños coman más cantidad y más deprisa. Además, comer frente a un dispositivo favorece que se elijan comidas menos saludables. Si nos acostumbramos a ver la televisión a la hora de la comida, en el futuro nos estaremos privando de compartir en familia uno de los momentos diarios donde podemos comentar la jornada y comunicarnos con nuestros hijos.
- Déjale que manipule los alimentos y que aprenda a comer solo. Si es un alimento blandito, que puede comer por sí mismo, deja que lo manipule, de esta forma aceptará mejor los alimentos. Luego, cuando haya desarrollado completamente las habilidades motoras ya le enseñaremos modales.
- Los niños comen lo mismo que los padres. Permite una mejor organización en la familia, ya que supone un ahorro en tiempo y nos estaremos obligando todos a comer lo más sano posible.
- Comer juntos. Enseñar a los niños que la hora de la comida es un momento para estar en familia y disfrutar de los alimentos a la vez que la compañía es un hábito saludable que debemos instaurar en la infancia.
- Raciones adecuadas a su edad. El niño que crece sano debe llevar una alimentación variada, pero la cantidad también es importante. La clave: no forzarle. Si un niño come poco no hay que llenarle el plato hasta arriba porque le agobiará y comerá menos. Si el niño come mucho, elige más cantidad de vegetales para que se sacie antes y que no abuse de fritos o alimentos muy grasos.
- Cuidado con lo que se toma entre horas. Siempre que se pueda hay que intentar llegar a las comidas principales con hambre suficiente. Si los niños están continuamente cogiendo pan, tortitas, leche… luego es difícil que coman lo que se les ponga delante. Si ves que necesita comer algo, ofrécele fruta. Y recuerda seguir un horario adaptado a los niños, no espaciando demasiado el tiempo entre comida y comida.
- Los niños imitan lo que ven. Si nos ven con el móvil en la mesa, comiendo de pie o con prisa… o haciendo cualquier comportamiento que no debiera hacerse mientras comemos, normalizarán estos comportamientos y los reproducirán como algo habitual. De ahí la importancia de educarles y fomentar los buenos hábitos cuando son pequeños. Aprovecha que en las escuelas infantiles se enseñan hábitos saludables para seguir el ejemplo en casa y que los niños se desarrollen con salud y buenas costumbres.
