Blog Baby Control para la Educación
Temas de interés para padres, profesores y directores

Plastilina casera: un juego seguro y muy económico

Compartir en:

Jugar con plastilina es uno de esos juegos que les gusta prácticamente a todos los niños. La posibilidad de amasar libremente o cuando los niños son un poco más grandes de crear figuras es un juego muy completo, que ofrece a los más pequeños un sinfín de posibilidades.

Muchos padres suelen preguntarse a qué jugar con sus hijos pequeños y generalmente se recurre a salir de casa (ir al parque, a casa de unos amiguitos o a dar un paseo…) pero también hay muchos ratos para disfrutar de estar en casa y el modelado de plastilina es una opción de lo más recomendable ya que supone un gran número de beneficios para muchos desconocidos. Además, cuando la plastilina es casera se evitan riesgos de accidentes por ingestión, ya que al estar hecha de materiales naturales, no tóxicos, los niños no corren peligro si se la comen.

Jugar con plastilina es una actividad ideal para jugar en la escuela infantil o guardería. Y si es casera, los profesores, pueden estar tranquilos pues aunque los niños se la lleven a la boca, no hay peligro de intoxicación. Además, los expertos coinciden en que los beneficios de este tipo de juego son múltiples…

Beneficios cognitivos:

• Aumenta la capacidad de concentración. Modelar es una tarea que requiere mucha dedicación y atención. Puede parecer fácil, pero hacerlo bien requiere tiempo y trabajo.
• Ayuda a los pequeños a fijarse metas a corto y largo plazo. El aprendizaje se hace poco a poco, y según se van adquiriendo destrezas el juego se va haciendo más complejo.
• Desarrolla la motricidad fina. Ejercita los dedos y las manos, por lo que después facilitará los procesos de lectoescritura. Facilita el uso de bolígrafos, ayuda a perfeccionar los trazos y entrena en la dedicación, tan necesaria a la hora de escribir.
• Ayuda a incorporar conceptos abstractos: numéricos, cantidades, volúmenes. Separar en trocitos, hacer figuras… todo ello hace que se vayan familiarizando con conceptos que luego se introducirán en el aprendizaje académico.

Beneficios psicológicos:

• Aumenta la autoestima de los más pequeños, les permite experimentar con libertad y crear cosas, lo que estimula y consigue que los pequeños estén felices consigo mismos.
• Es una actividad que relaja. Hay niños que son nerviosos o que pasan momentos de estrés, como la llegada de un nuevo hermano, el inicio de la etapa escolar… Para estos momentos, modelar ayuda mucho a relajar tensiones y liberar ansiedad.
• El modelado de plastilina es un juego que atrae a los más pequeños por sí mismo, sin necesidad de crear nada. Los niños disfrutan simplemente con tocar el material. Manipular plastilina es incluso efectivo para ayudarles en el complejo proceso del abandono del pañal, ya que se familiarizan con un elemento que puede parecer blando, al estilo de las heces y con el que pueden fantasear antes de quitarle el pañal, para así facilitar el proceso.
• Cuando los niños son más mayores, pueden incluso representar la realidad que los rodea y fantasear con situaciones cotidianas. Un ejercicio muy útil que ayuda a resolver conflictos propios de la edad.

Ingredientes:

• 1 taza de agua
• 1 taza de harina de trigo
• 1/2 taza de sal
• 2 cucharadas de aceite vegetal
• 2 cucharadas de cremor tártaro (de venta en supermercados) o 4 cucharadas de bicarbonato de sodio
• Colorante alimenticio (se puede encontrar en la sección de repostería de los supermercados o recurrir a elementos naturales como la cúrcuma, pimentón…)

Primero conviene mezclar la harina con la sal, añadir el agua y mezclar con una cuchara hasta obtener una mezcla homogénea. Incorporar el colorante y el aceite y remover suavemente. Una vez mezclado, poner en una cacerola a fuego medio, removiendo constantemente hasta que la masa logre separarse de las paredes.
Dejar enfriar y guardar en recipientes herméticos (bolsas o tupers) para que no se endurezca dentro del frigorífico.

Recomendaciones:

• Se puede hacer esta operación varias veces para obtener distintos colores o bien dividir la masa en partes y cocerla por separado con el colorante elegido.
• Con el tiempo la masa se endurece, para recuperarla se puede lavar la masa con agua fría, dejar escurrir y volver a amasar durante unos minutos para ver si recupera la consistencia. Si, después de haber efectuado este proceso dos veces, la masa no se ablanda, es mejor hacerla de nuevo.
• La plastilina no tóxica es más segura que la convencional, ya que no hay peligro de que los niños la troceen y se la lleven a la boca. A pesar de ello, no conviene dejar a los niños sin supervisión.
• Si los padres deciden comprar plastilina, se debe prestar atención para que esta no sea tóxica, por el contacto permanente que tiene con la piel y nunca comprar plastilina industrial, que contiene muchas más toxinas que la casera.
• Después del juego, no conviene lavarse inmediatamente las manos. Es preferible esperar 10 minutos para que las manos se enfríen. Comenzar con una servilleta y después de que las manos hayan perdido temperatura, lavar con agua.
• Por último, es fundamental que los padres reconozcan el esfuerzo y el trabajo que han realizado sus hijos y que los animen para que vayan poco a poco perfeccionando el modelado.