Por qué hay que cantar a los niños
La música: un bálsamo para nuestras emociones
Los beneficios de la música son ampliamente conocidos. Es una de las actividades más placenteras para los seres humanos. La música influye en nuestro estado de ánimo y nos ayuda a conectar con nuestras emociones de una forma más consciente. A nivel cerebral libera dopamina, conocida como la “hormona de la felicidad”, produce placer y relajación además de intervenir en procesos de cerebrales como y la memoria, al regular la duración de los recuerdos.
La música ayuda a desarrollar el lenguaje
Es una de las herramientas clave para estimular el aprendizaje de los bebés. Gracias a la música (al tono, el ritmo, la cadencia…) el bebé adquiere las bases más profundas del lenguaje y permite un desarrollo óptimo del cerebro, al mejorar la memoria, la concentración y la creatividad.
Reduce el estrés y favorece el vínculo
No menos relevante es el poder tranquilizador que tienen las canciones para los bebés, especialmente entre los 6 y 9 meses de vida, que es la etapa en la que los bebés están más atentos a las melodías que escuchan. Cantar a los bebés para dormirles, consolarles o tranquilizarles es un método muy efectivo. A través del canto se genera una conexión con el bebé, muy beneficiosa para establecer un vínculo sano.
Cantar al bebé: beneficioso para ambos
Cuando los padres y las madres cantan a los niños los bebés aprenderán por imitación e incorporaran todos los beneficios del canto: un desarrollo más temprano del lenguaje, el desarrollo de la memoria, la mejora de la concentración y el aumento de la autoestima, entre otras cosas. Pero, ¿cuándo empezar? Los expertos lo tienen claro: cuanto antes mejor.
Muchos padres cantan o ponen música para estimular al bebé incluso antes de que nazca. El feto reacciona al sonido a partir del sexto mes, pero desde las 15 semanas el niño percibe los ruidos exteriores. Cantar durante el embarazo influye muy positivamente en el bienestar de la madre y del hijo.
Cuando los bebés nacen, los padres y educadores, inconscientemente modulan el ritmo, establecen melodías cambiando el tono para hablar al niño. Es una manera intuitiva de captar la atención del bebé y vincularse más con él. Se introducen las principales características de la música: la altura, la duración, el timbre y la intensidad. Así, los elementos musicales están presentes en la comunicación humana desde el inicio lo que incide muy positivamente en el desarrollo del lenguaje.
Qué y cuándo cantar al bebé
A pesar de que a los tres meses el bebé ya percibe sonidos agudos que le permiten disfrutar de la música, el pequeño seguirá prefiriendo el sonido de la voz. Los expertos señalan que no importa tanto qué se canta al bebé, incluso si se canta mal o bien, lo importante es que se cante. Por eso, lo más beneficioso sería cantar al bebé para dormirle (nana), cuando contamos un cuento o cuando lo hacemos en familia ya que cantar en conjunto permite compartir emociones positivas.
En el aula de las escuelas infantiles, en la etapa de alfabetización las canciones infantiles que contienen rimas o repeticiones, acompañadas con gestos, estimulan el habla y les ayuda a entender el significado de las palabras.
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