Por qué no hay que distraer a los niños para que coman
La relación con la comida se aprende en la infancia
Que los niños no comen lo suficiente es una de las consultas pediátricas más habituales. Cuando se plantean estas dudas de los padres hay que conocer bien cuál es el problema, ya que a menudo no es percepción real y se basa en la preocupación que tienen los progenitores de todas las especies por la supervivencia de las crías. Si el niño se desarrolla bien, crece y gana suficiente peso, el niño está obteniendo lo necesario para estar bien alimentado. Si no es así, el pediatra debe valorar si existe algún problema detrás que haga que el niño no se desarrolle correctamente.
Comer en familia y sin distracciones
Durante la infancia se producen grandes cambios que afectan a la alimentación y que puede dar lugar a que en determinados momentos el niño disminuya la cantidad de alimentos ingeridos: pasar del pecho al biberón, luego a la cuchara, la salida de los dientes, el inicio en la Escuela Infantil, el nacimiento de un hermanito… son todos ellos causantes de estrés y muchas veces esto se traduce en cambios en la alimentación. En cualquier caso, los expertos están de acuerdo en que durante la infancia se sientan las bases de una buena relación con la comida y para ello es fundamental comer en familia y no usar dispositivos móviles para que el niño se alimente correctamente.
Los niños que son entretenidos, comen más
En los últimos tiempos están proliferando la costumbre de dar a los niños móviles, tabletas o cualquier dispositivo móvil mientras comen para así lograr dos cosas. Primero, que el niño coma sin darse cuenta y que la comida no se convierta en un momento de tensión. En un restaurante, para que esté quieto o en casa para relajar el ambiente. Sin embargo, los expertos alertan del peligro que tiene esta práctica. Intentar que los bebés y niños coman más allá de lo que necesitan podría llevar a los niños y adolescentes a tener un exceso de grasa y obesidad. Los problemas de peso pueden generar importantes problemas para la salud como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares…
La rutina, clave para que los niños aprendan a comer bien
A la hora de comer hay que tener paciencia, y aceptar que las necesidades del niño pueden ser menores a lo que pensamos. Si el niño está feliz, juega, duerme y se le ve con vitalidad, no hay que preocuparse en exceso. Intenta que la comida no se convierta en un momento de tensión y en lugar de exigir al niño que coma lo que tú crees que debería comer, acepta que el niño come poco y prioriza que lo que coma sea lo más nutritivo posible a la cantidad ingerida. Además, intenta seguir una rutina de comidas lo más fiel posible, intentando que cene siempre a la misma hora.
Raciones pequeñas para niños pequeños
Pero sobre todo, intenta apartar los dispositivos móviles que le entretienen a la hora de las comidas. Un hábito muy saludable y que puede sentar una buena disposición a la hora de comer es compartir la mesa con los niños, tomar los mismos alimentos e intentar que la hora de la comida sea relajada y distendida. Si el niño come poco conviene no darle demasiada importancia y no ser muy insistentes ya que podemos conseguir lo contrario de lo deseado, una mayor negativa por parte del niño. Intentar servirle raciones coherentes con su edad y en platos de un tamaño infantil. No variar el menú cuando algo no le gusta y sobre todo evitar que pique excesivamente entre horas, sobre todo si se trata de golosinas, patatas, gusanitos, etc, que sin duda le harán tener menos apetito.
