Un plan en familia: recoger setas
Actividades al aire libre
Los meses de octubre y noviembre son ideales para realizar planes al aire libre en familia y descubrir sabores y colores nuevos. Observar la naturaleza en todo su esplendor, cuando las hojas van variando sus tonos del amarillo al rojo, pasando por una rica paleta de colores ocres y tierras. Tocar elementos como piñas, hojas de distintos tamaños, percibir los olores y observar los paisajes. Salir simplemente a dar un paseo por el bosque es ya suficientemente motivador para un niño y, si, además, hacemos una actividad como ir a buscar setas podemos realizar una excursión divertida y un planazo para hacer en familia. ¿Lo has probado?
Alimentos con gran valor nutricional
Desde el punto de vista de la alimentación el otoño nos trae un gran abanico de sorpresas. Esta estación es rica en alimentos con un alto valor nutricional. Ricas frutas como granadas, uvas, mandarinas, moras o frambuesas. Verduras como alcachofas, calabazas, acelgas, berenjenas o boniatos. Frutos secos como nueces, castañas, piñones o avellanas. Y, como no, uno de los tesoros gastronómicos por excelencia: las setas.
Otoño: una época ideal para hacer senderismo
Acostumbrar a los niños desde pequeños a hacer senderismo es, sin duda, un maravilloso regalo que podemos hacerles. Es una actividad para disfrutar en familia para la que no se necesita una gran equipación y nos permite disfrutar de la naturaleza en su estado puro. Es saludable y supone una divertida aventura para los más pequeños. Además, se realiza al aire libre, hoy en día, imprescindible para esta época donde los espacios cerrados no son la mejor opción.
Salir bien preparados
Antes de salir conviene consultar la previsión meteorológica, para que no nos sorprenda la lluvia o el viento en mitad del bosque. ¿De qué no nos podemos olvidar? Si es posible, lleva buenas botas, ya que el terreno humedecido puede hacer que cojáis frío en los pies, coger un chubasquero o cazadora, dependiendo de la temperatura, y una muda por si os mojáis.
Para coger setas es imprescindible llevar una cesta de mimbre para que si cogemos setas puedan caer las esporas a través de sus agujeros. Las esporas son pequeñas partículas que son necesarias para que nazcan nuevos ejemplares. Así, si llevamos una cesta estas pueden desprenderse y reproducirse con facilidad. Lo que no ocurre si llevamos una bolsa de plástico, por ejemplo. Además, debemos llevar una navaja para cortar la seta por la base y no destruir por completo el ejemplar. Antes de guardarlas, podemos pedir a los niños que eliminen el exceso de tierra con una pequeña brocha. Así se divertirán y les educaremos en la conservación del medio ambiente.
Por último, es fundamental que recojáis solo las especies que claramente reconozcas. Recuerda que la mayoría de las especies que hay en el campo no se pueden comer o son tóxicas. Se calcula que existen 1.500 especies distintas catalogadas en España, de las cuales solo 60 o 70 se utilizan con fines gastronómicos.
En todo caso, aunque las reconozcas con falicidad recuerda a los niños que:
- Si encuentras una especie que no vas a recoger, no la pises ni la toques.
- No cortes las setas pequeñas. Son ejemplares con poco sabor y es mejor dejarlas crecer.
- No cojas todos los ejemplares que encuentres. Es fundamental dejar algunos sin coger para que puedan reproducirse.
Un manjar para nuestra mesa
Ya en casa, prepara con los niños un rico plato. Enséñales como limpiarlas para que no pierdan su sabor, eliminando el resto de tierra y hojas.
A la plancha, como base de un guiso o en revuelto con huevo o jamón… las posibilidades son inmensas y muy sabrosas.
Volver