Vacaciones sí, pero no te olvides de la lectura
El verano es ideal para hacer actividades lúdicas
Con la llegada del verano padres e hijos estamos más relajados, pasamos más tiempo al aire libre jugando en parques, yendo de viaje o pasando horas bajo el agua cuando el calor aprieta. Es una época ideal para disfrutar en familia. La lectura temprana es un regalo que podemos fomentar desde los primeros meses de vida, al principio con solo imágenes y, poco a poco, introduciendo vocabulario nuevo.
A los niños pequeños les fascinan los cuentos: ya sean de aventuras, de actividades cotidianas, de animales… leerles en voz alta mejora, además, el vínculo entre padres e hijos y ayuda a fomentar la comunicación, potenciar la imaginación y trabajar su atención. Leer en verano facilita que los niños vean la lectura como lo que realmente es: un placer que puede acompañarlos el resto de su vida y que es necesario para desenvolverse en todos los ámbitos y que es clave en el desarrollo escolar.
Fomentar la lectura desde que nacen
Te contamos qué puedes hacer para lograr que los niños comiencen desde pequeños a amar los libros.
- Empieza desde que nacen. Leerles en voz alta, comentar las escenas de un libro o contarles cosas… Aunque los niños no sepan hablar, les encantará escucharte. El tono, los gestos… todo ellos son actos de comunicación claves para fomentar el habla y, por supuesto, la lectura. Comenzar desde los primeros meses es clave.
- Crea un ambiente propicio para leer. Destina un rincón cómodo y acogedor para la lectura. Puede ser una silla, una alfombra o incluso una manta en el suelo y establece una rutina Leer antes de dormir o después de comer crea un hábito.
- Elige libros que resulten atractivos. Cuentos con ilustraciones llamativas. Los bebés disfrutan de colores brillantes y contrastes. Además, los libros con texturas, solapas y elementos táctiles son ideales para explorar.
- Interactúa todo lo posible: nombra y señala las ilustraciones de los cuentos, haz ruidos, gestos…. A medida que el niño aprenda a hablar, invítalo a nombrar lo que ve.
- Acude a las rimas y a las canciones. Puedes recordar las que cantabas cuando eras niño o buscar nuevas… pero son una fuente de aprendizaje para los niños.
- Hay variedad de géneros. No te limites solo a cuentos. Explora diferentes géneros literarios: poemas, canciones…
- Escoge un material apropiado para su edad. Los libros de tela o cartón son ideales para los más pequeños.
- Ayuda a que amen la lectura. Sé un ejemplo: si ven que disfrutas leyendo, estarán más motivados a hacerlo también. Y, además, lee con él. Comparte la lectura con tu hijo. Puede ser un momento especial de conexión.
Recuerda que cada niño es único, así que adapta estas estrategias según sus intereses y necesidades. ¡La lectura es un viaje maravilloso que podéis emprender juntos!
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