Vitamina D: cómo conseguir los niveles adecuados
El sol, clave para tener suficiente vitamina D
Durante generaciones y generaciones la luz del sol ha satisfecho la necesidad que tenemos los seres humanos de vitamina D; sin embargo, en los últimos años, debido a una menor exposición al sol, se ha extendido en toda la población y en los niños especialmente niveles bajos de esta vitamina.
La vitamina D es fundamental para el organismo. Contribuye al desarrollo y mantenimiento de los huesos; ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares (tener déficit de esa vitamina afecta la incidencia y gravedad de ictus, infartos); además actúa de mecanismo de defensa ante procesos infecciosos. Tener un nivel adecuado de este micronutriente favorece la cicatrización y previene el desarrollo algunos tipos de cáncer como el de colon, próstata o mama.
Cómo obtener vitamina D
La vitamina D es liposoluble, es decir, se almacena en el organismo; esto permite el mantenimiento de unos niveles adecuados durante más de un mes sin recibir nuevos aportes. Las fuentes donde podemos obtener esta vitamina son a través de los alimentos, del sol y de los suplementos. A través de la dieta se puede obtener el 10% de las necesidades de vitamina D que necesitamos. El pescado azul, la yema de huevo y los alimentos fortificados (como mantequillas, leches…) son una buena fuente de este micronutriente. El resto de aporte, el 90%, se obtiene de la exposición al sol. Sin embargo, factores como la genética, la altitud, latitud, la nubosidad, la polución, así como factores socioculturales (las actividades que se realizan al aire libre, el tipo de ropa que usamos y la cantidad de piel que llevamos al descubierto) influyen en la cantidad que nos llega de vitamina.
Por ejemplo, en la península ibérica, la radiación requerida para la producción de vitamina D no se alcanza en invierno por lo que debe almacenarse suficiente vitamina durante la primavera, el verano y el otoño.
Lo que aconsejan los pediatras
Los pediatras señalan que debido al déficit que existe de vitamina D y su importancia en el desarrollo es necesario proporcionar de manera generalizada un suplemento durante el primer año de vida. Además, la Asociación Española de Pediatría aconseja:
- Que los niños a partir del año sigan un estilo de vida saludable, donde abunden alimentos ricos en vitamina D.
- Realizar actividades al aire libre con una exposición solar adecuada. Los niños deben tomar el sol al menos 15 minutos diarios en las horas centrales del día (de 10 de la mañana a 3 de la tarde) en cara, manos y brazos. Se trata de tomar el sol, pero evitando la actividad intensa en las horas centrales para evitar golpes de calor y debidamente protegidos de los rayos solares.
- Suplementar la vitamina D de 600 UI al día para aquellos niños de más de un año que sean de riesgo y no se pueda asegurar su obtención de las necesidades de Vitamina D. En este caso, el pediatra recomendará su uso.
