Vuelta al cole: recuperar las rutinas clave para el bienestar de los niños
Después de Navidad hay que coger el ritmo
Durante las vacaciones se alteran los ritmos habituales de sueño y comidas. Los niños se acuestan más tarde o se levantan a mitad de la noche, esperando los ansiados regalos de Reyes. Sin embargo, tras el final de las fiestas toca volver a las rutinas y así lograr que la vuelta no resulte tan dura para los más pequeños. La Asociación Española de Pediatría es que los menores empiecen a acostarse pronto desde unos días antes de empezar en la Escuela Infantil o Colegio para evitar cambios demasiado bruscos.
Dormir menos afecta al aprendizaje
Lo ideal sería ir preparando a los niños poco a poco, pero normalmente a la mayoría de las familias les pilla el toro, sobretodo en estas fechas, cuando está tan cerca la llegada de los Reyes Magos con el inicio de las clases. Entonces, el niño no quiere irse a la cama pronto, seguramente por la excitación de los regalos y como al día siguiente tiene que madrugar, probablemente acabe durmiendo menos horas de las necesarias.
Dormir lo suficiente es vital para que el niño no se encuentre irritado y de mal humor. Además, una mala calidad del sueño influye negativamente en el aprendizaje. Los estudios realizados demuestran que dormir poco o mal durante la infancia está asociado con el sobrepeso, la obesidad y un mayor riesgo de sufrir depresión. Si, además, estos problemas se cronifican pueden incluso producir alteraciones físicas como problemas de crecimiento, ya que la hormona que regula el crecimiento actúa durante el sueño.
Claves para recuperar las rutinas
- El sueño es una de las rutinas más importantes y para ayudar a los niños a que concilien en sueño una de las pautas más importante es establecer unas rutinas de descanso y mantenerlas siempre que sea posible, incluso en los periodos de vacaciones. Establecer un patrón, por ejemplo: cena, baño, cuento… antes de dormir es una forma de preparar al niño para ir a la cama de forma ordenada. Además, conviene regular la luz para incitar el sueño (con las persianas bajadas) y cuando es la hora de despertarse (subirlas un rato antes).
- La recomendación general para los pequeños de la casa es que realicen actividad física de moderada a intensa al menos durante una hora diaria. El frío no debe ser impedimento para que los niños estén en las horas más templadas en el exterior ya que respirar aire fresco es muy saludable y les ayuda luego a descansar mejor. Los pediatras señalan que realizar ejercicio físico se relaciona con un mejor rendimiento escolar y un mejor estado anímico en los más pequeños.
- El desayuno. Además de ser la comida más importante del día es importante como ritual en los primeros días de cole o Escuela Infantil. Preparar un desayuno nutritivo y dedicar tiempo a disfrutarlo en familia y sin prisas hace que madrugar sea menos costoso y el niño afronte el curso con mejor ánimo.
- Fuera pantallas. Tablets, ordenadores, móviles… las pantallas son enemigas del sueño. Se calcula que los menores que tienen cerca de la cama una pantalla duermen 20 minutos menos que los que no se acercan a estos dispositivos. Aunque los primeros años los niños no suelen tener a mano estos dispositivos cada vez niños más pequeños acceden a ellos de forma habitual. El consejo de no permitirles usar estos aparatos en las últimas horas del día vale para todo el año, pero es más vital aún en los primeros años y cuando se quiere establecer buenos hábitos nocturnos.
