Fuera pañal: juegos para aprender a ir al baño
Es todo un logro en la independencia de los niños que suele llegar entre los dos y los tres años de edad. Aunque no existe un momento fijo, depende de la madurez de cada niño, el pipí diurno y la caca se suele controlar entre los dos años y medio y los tres y el pis nocturno puede tardar un poco más. Este salto evolutivo hace que el niño gane mucho en autonomía y, por tanto, vea fortalecida su autoestima. Sin embargo, controlar los esfínteres no es un proceso que se consiga de la noche a la mañana, es un aprendizaje y como todo aprendizaje podemos usar el juego para ayudarle en este proceso.
¿Ha llegado el momento? Si no tenemos muy claro que el niño está preparado, podemos guiarnos por una serie de señales que nos muestran su maduración neurológica y física:
- El niño quiere cambiarse el pañal cuando nota que está mojado y empieza a protestar por ponérselo, o se lo quiere quitar de repente.
- Se hace evidente cuando va a hacer pis o caca: se agacha, hace gestos o muestra que lo va a hacer.
- Nombra las palabras: “pis” o “caca”, comienza a tenerlo presente en su día a día.
- Aguanta tres o cuatro horas sin hacer pipí. Esto es porque los músculos que controlan sus necesidades se están fortaleciendo.
- El control de esfínteres comienza con un avance motriz importante: el niño es capaz de correr, su vocabulario es más amplio y es capaz de entender órdenes sencillas.
Si el niño ya ha comenzado a entrenarse para dejar el pañal podemos usar estos juegos como estímulo para el gran “salto” que va a dar:
- Juegos con agua. Los trasvases, consistentes en mover de un recipiente a otro el agua es una forma muy buena de que aprendan la noción de control. Usar distintos recipientes: cuencos, botellas, dejar que use embudos para los trasvases… Seguro que se divierte a la vez que está trabajando el control de esfínteres.
- Plastilina. Jugar con plastilina les ayuda a satisfacer su curiosidad sobre los excrementos. Familiarizarse con la caca es un proceso necesario para abandonar los pañales.
- Cuentos. La identificación de uno mismo con los personajes del cuento es clave para ir comprendiendo el momento vital en el que los niños se encuentran. Los cuentos ayudan a transmitir mensajes complicados y son fáciles de entender para los niños.
- Canciones. Como todo aprendizaje, el control de esfínteres requiere de ciertas rutinas, como sentarse en el orinal o en el baño durante unos minutos. Las canciones son fundamentales para que el niño coja por costumbre estas acciones y consiga poco a poco hacer pis o caca en el baño.
- Premios por conseguirlo. No hay mejor premio que mostrarnos orgullosos cuando el niño consigue controlar sus esfínteres. Es una etapa que requiere mucho de padres y niños, por lo que conviene tener mucha paciencia y recompensarle por cada logro conseguido.
